Pedazos de nuestro pueblo, pedazos de nosotros mismos. Adéntrate en este blog y descubre trocitos singulares de nuestro presente y de nuestros antepasados. Espero que te guste y espero tus comentarios al final de los artículos.

martes, 28 de enero de 2014

CÓMO HACER UNAS GACHAS

En primer lugar, el desarrollo de esta receta también se puede seguir en facebook, en la página de Casas de Haro. Recomendamos que se haga con una buena lumbre; desde antiguo, siempre se dice que las mejores recetas son las hechas a la lumbre de leña.


  • Primero freímos muy bien la panceta con un chorreón bueno de aceite de oliva en la sartén. Tostaremos bien la panceta, que ayudará a dejar el sabor de la carne a nuestras gachas. Hay gente que utiliza matazón, como puede ser hígado. Habría que añadir el hígado bien machacado -incluso molido- para darle sabor. Ahora bien, las gachas hechas con hígado estarán levemente más oscuras.


  • Después de fritas las tajadas de la panceta, retiramos las tajadas, que servirán de segundo plato. Inmediatamente, en el aceite sobrante, añadimos las patatas. Normalmente, la patata debe ir añadida en corte fino, aunque hay gente que las cocina gruesas. En este momento, también añadiremos las setas, compradas o naturales. muy abundantes en nuestro lugar.















  • Una vez fritas las patatas, y en este caso, las setas, las retiramos. En la sartén dejaremos el sofrito del tocino, y también el de las patatas y las setas, se dará buen gusto.


  • Éste es el momento de añadir el pimentón. Podemos añadirlo dulce o picante. Evidentemente, cuanto más picante sea el pimentón, más picarán las gachas.




  • Éste es el paso más importante para las gachas. Añadiremos la harina de almortas. Es importante calcular bien la proporción. Aproximadamente, añadiremos una cucharada por persona. Debemos remover bien el aceite del sofrito, el pimentón y la harina para evitar que se peguen. El resultado será una especie de grumos, como terrones, que será lo que dé de resultado las gachas.


  • Añadiremos el agua a discreción. Es importante comenzar a remover las gachas con el agua, para que adquiera una consistencia acuosa, que irá espesando una vez comience a hervir. En este momento, es importante incluir alguna rama o tronco a la lumbre para que comience a calentarse y rompa a hervir, siempre removiendo para que comience a espesar.


  • Una vez removidas las gachas, se le incluye el plato que teníamos con las setas y las patatas. El estado primigenio de las gachas es una especie de sopa caldosa que va a ir espesando. Tenemos que remover para evitar que se nos peguen las gachas o las patatas o setas se nos quemen. Conforme espesen, adquirirán el color anaranjado del pimentón; y en el fondo de las gachas quedarán las patatas y las setas, como condimento de las mismas.


Hay quien disfruta de unas buenas gachas con picante o guindillas. Pero si con algo podemos disfrutar de las gachas es con un buen trago de vino. En Casas de Haro los tenéis buenísimos, tanto los blancos delicados y suaves, como los tintos potentes y plenos: La Magdalena, Sociedad Cooperativa, lleva desde 1956 sazonando el fruto de nuestras tierras y consiguiendo unos caldos que son renombrados.

Sara Montiel preparando unas gachas. Con las manos en la masa, 1986.




LAS CARRETILLAS

En nuestro pueblo, por tradición, el día 27 de enero, una vez finalizada la misa en honor a San Julián en su iglesia, se procede a prender la hoguera o luminaria de San Julián.

Después de la misma, la juventud se recrea tirando carretillas en honor a San Julián. Aquí mostramos un vídeo montado con las imágenes de las carretillas en honor a nuestro patrón.


jueves, 23 de enero de 2014

HIMNO A SAN JULIÁN


Henchidos de alegría,
cantemos sin cesar:
Gloria al padre de Cuenca,
loor a San Julián,
loor a San Julián.

Henchidos de alegría,
cantemos sin cesar:
Gloria al padre de Cuenca,
loor a San Julián.
loor a San Julián.

De Dios por el reinado,
ardiendo en santo celo,
por el hispano suelo
como un ángel cruzó.

miércoles, 22 de enero de 2014

LAS GACHAS

Plato típico manchego donde los haya, señal e identidad de un pueblo como el nuestro. Desde antiguo, las gachas han servido como reconstituyente en los fríos días de invierno, dado que es un plato económico donde los haya y además, de gran aporte calórico. Utilizado por nuestros pastores y agricultores en los fríos días de invierno, han ido perpetuándose durante nuestra historia y han formado parte indiscutible de nuestro recetario típico.


San Julián es nuestro patrón. Su festividad, el día 28 de enero, ha sido aprovechado para organizar un concurso de este plato típico manchego. Desde tiempo inmemorial, el 29 de enero ha sido llamado el de "San Julianete". Durante este día, posterior al día grande de la fiesta de San Julián, se aprovecha para devolver al patrón a su Iglesia, situada en el barrio de Arriba.

Con el comienzo del nuevo siglo se aprovecha la tradición que hay del martes de las fiestas de verano, con el plato típico de los tojuntos, para apostar por las gachas durante la festividad de San Julián. Su lugar, que no ha sido modificado a lo largo del tiempo, es el parque del triángulo. La apuesta del Ayuntamiento es un éxito y comienza a cocinarse y degustarse las gachas en un día en el que, aparentemente, nunca hubo un festejo de mención.

Con el paso del tiempo, este día se ha convertido en uno de los más esperados por los habitantes de Casas de Haro para degustar un plato típico de nuestra zona, que se puede cocinar con las variantes de unas buenas setas, un poco de hígado machacado -o triturado- o las guindillas y picantes. Y es que en wikipedia, se nombran las variantes que pueden componer este plato manchego en toda la Mancha Baja:

En algunos lugares, como la Mancha Conquense, se acompaña también con setas o patatas. En esta misma provincia, concretamente en la comarca de la Serranía, aunque también en otros sitios en época de matanza, se suele acompañar con hígado de cerdo, cocido anteriormente, picado mucho y añadiéndolo al guiso a la vez que el agua. Otros posibles acompañamientos son guindillas picantes o pepinillos en vinagre.


Pero si queremos acercarnos a un plato como el nuestro, debemos irnos a "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha". Ya en el siglo XVI, se hablaba de las gachas, y hay un episodio graciosísimo en el capítulo XVII de la segunda parte, en la que el pobre don Quijote se pone su casco lleno de gachas, con el consiguiente estropicio, todo preparado por su muy leal -y glotón- Sancho. 

—¿Qué será esto, Sancho, que parece que se me ablandan los cascos o se me derriten los sesos, o que sudo de los pies a la cabeza? Y si es que sudo, en verdad que no es de miedo: sin duda creo que es terrible la aventura que agora quiere sucederme. Dame, si tienes, con que me limpie, que el copioso sudor me ciega los ojos. 
Calló Sancho y diole un paño, y dio, con él, gracias a Dios de que su señor no hubiese caído en el caso. Limpiose don Quijote, y quitose la celada por ver qué cosa era la que, a su parecer, le enfriaba la cabeza, y viendo aquellas gachas blancas dentro de la celada, las llegó a las narices, y, en oliéndolas, dijo: 
—Por vida de mi señora Dulcinea del Toboso, que son requesones los que aquí me has puesto, traidor, bergante y malmirado escudero. 
A lo que con gran flema y disimulación respondió Sancho:
—Si son requesones, démelos vuesa merced, que yo me los comeré. Pero cómalos el diablo, que debió de ser el que ahí los puso.

Nuestra comida ha sido un importante complemento alimenticio para nuestros pastores y nuestros agricultores. Nuestros antepasados solían comer las gachas en días de labor, con un creciente frío. Su consistencia y su aporte calórico hacían de este plato una rica fuente de calorías para afrontar jornadas maratonianas de trabajo -en muchos casos, de sol a sol-.

Las gachas están compuestas de harina de almortas, o bien de titos, o guijas. Hace unos años, era difícil verlas en estantes de supermercados. Provienen de una harina fina que se molía para el ganado. Últimamente la podemos encontrar en muchos supermercados, debido al auge que tiene esta receta, como podemos ver en el siguiente enlace:


Si te dicen "harina de titos" o incluso "de pitos" no te preocupes, es lo mismo que la de almortas. Esta harina no es facil de encontrar fuera de Castilla-La Mancha, pero debido al auge de esta receta hay ya muchos supermercados que la venden.
Y es que hay recetas casi por cada casa, puesto que las hay con carne, sin carne, con setas, con hígado, etc...
Hay quien las come con guindillas en vinagre, cebollas en vinagre, con picatostes, con hígado de cerdo frito... Incluso hay quien las hace sin carne (existen las variedades de gachas viudas, gachas de matanza, gachas con tropezones... casi a variedad por casa). Lo que sí suele ser estándar es tener un buen porrón de vino a mano, que va rodando de comensal en comensal.
En nuestra zona, se dice que no se deben cocinar las gachas en día de difuntos o cuando hay un muerto, porque éste puede venir a meter el dedo.

Cuando se hacían gachas en el pueblo, y había muerto alguna persona, se creía por superstición que el muerto venía a meter el dedo en la sartén. Además, también se habla que si se hacían gachas el día de los santos, cualquiera de los muertos venía a meter el dedo en la sartén. La informante María José Calvo Cuenca nos ha comentado que escuchaba a sus padres comentar que de todas las versiones que ha oído la que más credibilidad le da es la de que esta superstición viene de la época de hambruna. Se cuenta que unos paisanos estaban en plena faena del campo preparando una "sartená" de gachas. Sin embargo, ésta era demasiado pequeña para la cantidad de comensales que se ponían alrededor. Esa misma mañana había muerto alguien en el pueblo y no se le ocurrió a uno, el más avispado de todos, que el muerto, al que le gustaban mucho las gachas iba a venir a meter el dedo en las gachas. Los comensales, con asco y con cierto miedo, dejaron la sartén y este señor, muy avispado, se comió la sartén él solo. Añade nuestra informante que la moraleja de la historia es que "si tienes hambre y la posibilidad de comer, venga quien venga, vivo o muerto, no dejes de comer".

miércoles, 8 de enero de 2014

LA CALLE GREGORIO MARAÑÓN

Hablar de una calle del barrio de Abajo en la que, aparentemente, no ha ocurrido nada, tiene un gran mérito.

Por lo pronto, al igual que otras calles del barrio de Abajo, ha sufrido un cambio de nombre. En otro lugar, ya tratamos el cambio de nombres en aquella sesión histórica del 1 de enero de 1901. Otro lugar con encanto del barrio de Abajo es el llamado Callejón del Gato, que ahora, por desgracia, aparece inanimado y sin vida, debido al derrumbe de una de sus casas, que ha cambiado varias veces de nombre, y que trataremos alguna vez.

Con la llegada del Ayuntamiento Constitucional de Casas de Haro, y en la mítica presidencia de don Luciano Cuenca Santos, si no me falla la memoria, en 1857, se produce el rotulado y la adquisición de nombre de todas las vías públicas de nuestro pueblo.

Final de la calle Gregorio Marañón.
Obsérvese la situación en curva, fruto de la delimitación del Ayuntamiento en 1982-1984.


En ese momento, la vía que nos ocupa tenía el nombre de calle de San Gregorio. Lo sabemos por un censo de población, de 1898-1899, en que venía reflejada dicha calle. Tenía una casa a mano derecha, la de los pares, con el número 2; y tres casas, en la mano izquierda, con los números impares.

Calle de San Gregorio
PARES
2

IMPARES
1,…,5
 Siguiendo a Juan Antonio López Cordero, en su artículo sobre la religiosidad a San Gregorio, hallamos que San Gregorio ha sido un santo al que se le ha tenido muchísima devoción en la geografía española.
San Gregorio, patrón de Fuensanta (Albacete)
Imagen de Teleroda
La figura de San Gregorio siempre ha estado íntimamente unida a la langosta, una plaga que desde la más remota antigüedad ha azotado periódicamente los campos. No sólo es el la Biblia donde la langosta aparece como una plaga desoladora. Todos los pueblos antiguos de la cuenca mediterránea  y África conocieron y sufrieron periódicamente sus efectos, como nos relatan Plinio y Teócrito[1]

Y en todos ellos esta plaga fue relacionada con el poder divino. En nuestra era, el cristianismo recoge el relevo de las rogativas, apareciendo como intercesores frente a la langosta diversos santos. A partir de la Edad Moderna se impondrá San Gregorio Ostiense como el gran intercesor no sólo ante la langosta, sino también como el abogado contra el pulgón, la oruga y otras plagas del campo.


[1]Salido y Estrada, Agustín. La langosta. Compendio de todo cuanto más notable se ha escrito sobre la plaga. Naturaleza, vida e instintos de este insecto. Madrid, 1985, pp. 24‑28.

De hecho, si atendemos a los documentos que sobre nuestro pueblo aparecen en el Archivo Histórico Municipal de San Clemente, ya hallamos problemas de plagas de langosta (1757-1759 y 1779), gorriones, grajos y grullas (1775), zorros (1788-1789) y pájaros (1820).

Aunque no existe constancia que en nuestro pueblo se tuviera ninguna imagen de San Gregorio, ni por los mayos y dichos de nuestra localidad, ni por visitas pastorales de nuestro Obispo de Cuenca, sí podemos comentar que es tal su devoción que se ubica una calle en su honor a mediados del siglo XIX. Evidentemente, que este santo, que se celebra el 9 de mayo, tenga una calle en nuestro municipio no es fortuito, dado que nuestro pueblo siempre ha dependido de las cosechas y de la agricultura en general. No en vano, muchos de estos agricultores se encomendaban a San Gregorio para que su cosecha no fuera atacada por plagas. Además, en San Gregorio solía correr de boca en boca un refrán  que decía "Por San Gregorio, la pipa al hoyo", y es que en su onomástica era cuando se solía plantar los melonares. ¿Y quién no tenía un melonar en el campo o en su huerta para sustento de la familia?

Principio de la calle Gregorio Marañón
A mediados del siglo XX, se produce un hecho singular en Casas de Haro. El propietario en ese entonces de la finca Monte Viejo, don Constantino Careaga y Cortina, reciba la visita de un familiar ilustre, concretamente el cuñado de su hija doña Paz Careaga, en avioneta con alas plegables.

Y es que doña Paz Careaga estaba casada con un discípulo suyo, don Miguel Moya, que a su vez era hermano de su esposa, doña Dolores Moya. La amistad que unía a las familias era tal, que el célebre doctor viene al Monte Viejo a pasar un merecido descanso en compañía de sus familiares, los Careaga.

Don Constantino Careaga y Cortina es el único diputado a cortes que hemos tenido cerca, en nuestro pueblo, que obtuvo su credencial por el partido liberal, en San Clemente, durante 1916-1918, y gracias a eso, durante unos años pudo ejercer su cargo como tal en el congreso de los Diputados, amén de ser el propietario de la finca de labor Monte Viejo. Casado con doña Isabel Echevarría Azcárate, pasaban temporadas en este pueblo, disfrutando de un benigno clima, de la incontable caza y de su finca.

Por la visita que nuestro célebre doctor realizó a Casas de Haro durante los años 20, situaremos aproximadamente su llegada en 1925, el Ayuntamiento decide cambiar el nombre de dicha calle, llamándose desde entonces Calle Gregorio Marañón. Se dice que este célebre médico ofreció a nuestro doctor más ilustre, don Manuel Jareño, una plaza en su equipo investigador, declinando cortésmente dicho ofrecimiento por parte de nuestro médico ilustre, que ejerció con celo y dedicación su procesión durante 50 años.

La Calle Gregorio Marañón ha ido sufriendo remodelaciones en los prolegómenos del siglo XX. En los años 1982-1984, se procede a su remodelación, alineación y posterior alargamiento como calle, en la presidencia de don Alejandro Perona, no sin ciertos problemas con los vecinos, dado que fue una calle especialmente conflictiva, dados los problemas que ofrecía la delimitación de la calle. 

Antigua herrería de la calle Gregorio Marañón.
De ahí que podamos observar su línea curva, característica, que toma como eje la calle Herreros, y de ahí su rectitud hasta la Avda. de España. En ese lugar, existía una gran era que, con el tiempo, ha sido poblada por varias casas de nueva construcción que han dotado de vida a una calle que, desde siempre, ha sido parte integrante del barrio de Abajo, y que tiene un gusto especial añejo. La bodega y almazara que daba a espaldas de esta calle ha sido desde siempre un punto de importancia para el comercio agrícola de nuestra localidad. No es extraño que hace años el típico olor de almazara, cuando llegaba el invierno, y el olor a vino, en los meses de octubre y noviembre, impregnara la calle y el lugar. No era extraño oír los sonidos de la herrería en dicha calle, en la que el devenir de tractores y arados era lo habitual.

Asimismo, en comparación, la antigua era, en los momentos de trilla y laboreo de verano, llenaba esa calle de vistosidad al verse montones de grano esparcidos o hechos montones en dicha era. Un carro, olvidado y desvencijado, hacía las delicias de los niños del barrio de Abajo. Ahora bien, a partir de los años 2000, nuevas casas vienen a dar aires de juventud y de vida a esta longeva calle.

martes, 7 de enero de 2014

EL PARQUE DEL TRIÁNGULO Y DEL CRUCE

Situado en la carretera de San Clemente, con una curiosa forma triangular, enclavado entre las calles Industria, la carretera de San Clemente y la Avda de España, se encuentra un parque triangular que se ha utilizado para diversas celebraciones festivas de nuestro pueblo.

El Parque del Triángulo, lugar de celebración de San Julián y San Isidro.

El origen de este parque se halla en los años 70. En el momento en que se estaba construyendo el parque de los Mártires y en el que el ensanche de la Avenida de España, de la Cooperativa de propietarios "San Julián" es una realidad, Casas de Haro está inserto en un gran cambio, iniciado por el alcalde don Joaquín Parra López y seguido por su sucesor, don Luis Perona Perona.

Son años en los que ya se han construido las escuelas de la Avda de España, el colegio Público José Jiménez Perona, en los que se ha terminado la Iglesia de Santa María Madre de la Iglesia, en los que la remoción de cuerpos del antiguo cementerio es una realidad, en los que se ha construido una casa parroquial y en los que la carretera que une nuestro pueblo con la comarcal de San Clemente a Minaya es una realidad. 

Sus tres pinos recuerdan su forma singular, un triángulo.

Se estaba finalizando el abastecimiento de aguas y se comenzaba la ingente labor de alcantarillado. Son años de constante cambio, de un importante trabajo de desarrollo y de trabajo por parte de todos los habitantes de Casas de Haro. La génesis de esta compra viene en mayor o menor medida por el interés histórico de nuestro pueblo de tener una comunicación fluida con la capital de la provincia. No en vano, después de la Guerra Civil, Casas de Haro tenía como única comunicación fluida la carretera de la Roda, inaugurada en los primeros años del siglo XX; pero, sin embargo, carecía de comunicación con Minaya, con Casas de Fernando Alonso y con San Clemente. Se tenía que hacer uso de caminos vecinales, impracticables en invierno y con verdaderos problemas de comunicación para el parqué floreciente de automóviles que iba empezando a haber en Casas de Haro.

La carretera de San Clemente se ha vivido por nosotros, en mayor o menor medida, puesto que no es tan equidistante al presente, como muchos pueden creer, y, sin embargo, tiene ya unos años.

El 16 de abril de 1974, el Ayuntamiento de Casas de Haro se reúne para hablar sobre un terreno que queda solo en el desarrollo que existía a su alrededor. Con la inauguración de la carretera de San Clemente, el llamado parque del triángulo era un solar que se quedaba solo entre tanta carretera, casas, parques y jardines. Este solar, por supuesto, edificable, restaría vistosidad a la entrada al pueblo. Y el Ayuntamiento acuerda comprarlo por una cantidad nada desdeñable para la época, 28.900 pesetas.

Campanario de la Iglesia del centro desde el parque.

El Sr. Alcalde expuso que con la construcción de la Carretera a San Clemente queda un trozo de 289 metros cuadrados de terreno enclavado entre la misma, la calle La Magdalena y otra calle sin nombre todavía, de nueva apertura que nace desde la calle Carretera Arriba a enlazar con la Calle Nueva con dirección al Barrio Calotas; siendo este solar propiedad de D. Laurentino Luján, Dña. María y Dña. Isidora Luján Perona, del que se tienen noticias está puesto a la venta para edificar. Si esto llegara a realizarse y dada la forma triangular del mismo, restaría vistosidad a la entrada del pueblo; por el contrario, si este terreno, juntamente con el que ocupan las mencionadas calles, formarían un espacio suficiente para construir una plaza que serviría de ornato y embellecimiento, sobre todo si se tiene en cuenta que actualmente esta parte del pueblo es la zona de expansión donde se está edificando con preferencia y precisa de esta medida.
El Ayuntamiento, por unanimidad, acuerda que se adquiera en compra y por contratación directa de sus propietarios D. Laurentino Luján, Dña. María y Dña. Isidora Luján Perona, el trozo de terreno reseñado de 289 metros cuadrados por el precio vigente de 28.900 pesetas, autorizando al Sr. Alcalde para que en unión del Secretario, le represente en la autorización del correspondiente contrato de compraventa, con destino a plaza o vía pública, en cuyo contorno se plantarán árboles”.
Monolito, donde se preparaba todo lo oportuno para la fiesta de San Isidro.

Desde 1974, este solar convertido en parque, y llamado popularmente "Parque del Triángulo", ha servido como lugar de reunión de jubilados para echar partidas de petanca, y también como lugar de reunión de las gachas, plato típico de la festividad de nuestro patrón San Julián, el día 29 de enero, llamado popularmente San Julianete. También ha servido como celebración de la festividad de San Isidro, el patrón de la agricultura, en el que se comen habitualmente las jugosas habas, acompañadas de un buen trago de vino y jamón, en el mejor de los casos.

Durante el año 2013, el Ayuntamiento de Casas de Haro, presidido por don Pedro Jareño, ha reformado dicho parquecillo, removiendo todos los árboles que lo conformaban, la mayoría de ellos caídos, o enfermos, y ahora presenta un aspecto limpio. Cuando un equipo de Gobierno realiza cualquier reestructuración va buscando que pasen los años y los habitantes puedan evaluar el estado de dicho parque. Quizá las generaciones venideras puedan juzgar, cuando los brotes nuevos han sido plantados, y crezcan, el estado de un parque a todas luces vistoso y, como menos, singular.

Hace unos años, este lugar tenía preparados dos campos de petanca para el esparcimiento de jubilados.

Sigue enfrentando a las personas que entran en nuestro pueblo con su forma singular y reciben al viajero que se adentra en Casas de Haro con sus tres pinos, que recuerdan su forma triangular y que llevan entre nosotros ya 40 años.

Finalizaremos este recorrido en este lugar con encanto de nuestro pueblo, dedicando unas líneas al parque del cruce. Es el parque que se situó para enclavar la parada de autobús. Ya en 1974, concretamente, el 15 de mayo, se establecía una línea que unía Casas de Haro con San Clemente y que llegaba a dicho punto. Con el tiempo, se construyó un apeadero de viajeros, y en este parque estaba enclavado el quiosco que tantos recordamos, en el que se podían comprar revistas y que los niños inundábamos, a la salida de Misa dominical, para comprar las chucherías. 

Dada cuenta del anuncio publicado en el B. O. de la Provincia número 43, correspondiente al día 10 de abril último, sobre solicitud de concesión del servicio público regular de transporte de viajeros, equipajes y encargos, entre San Clemente y Casas de Haro, solicitado por D. Jesús Rodríguez Fernández, como prolongación del servicio de Cuenca – San Clemente, y en el que se convoca expresamente este Ayuntamiento.

La Corporación, por unanimidad, acuerda informar que para este municipio es de vital importancia el establecimiento de dicho servicio, puesto que con ello se contaría con un servicio regular de viajeros con la capital de la provincia, de que ahora se carece; a la vez que solucionaría también la idea y regreso a San Clemente con horario adecuado a las necesidades, puesto que el servicio ahora establecido por la Requenense de Autobuses, S.L. no puede ser utilizado por tener que hacer noche.
Estado del derribo, por condiciones climatológicas adversas, del pino del parque del Cruce (04/01/2014)

Este parque tiene la única cabina telefónica que conoce el pueblo, a la que ahora raramente vemos a alguien utilizando, gracias a la asunción de móviles y demás tecnologías, pero que antaño servía como punto de encuentro telefónico entre familiares, amantes, amigos y demás personas.

Por desgracia, el día 4 de enero de 2014, unas condiciones climatológicas adversas, con rachas de más de 65 km/h derribaron uno de los pinos que servía de refugio a viajeros y visitantes. No se han tenido que lamentar daños personales. Además, el Ayuntamiento de Casas de Haro, que estaba arreglando dicho parque, tendrá que ejecutar de nuevo la obra, teniendo en cuenta tan fatal desenlace de un pino que llevaba 40 años sirviendo de cobijo a nuestro pueblo.






viernes, 3 de enero de 2014

EL MONTE VIEJO. SUS ORÍGENES COMO MONTE DE PROPIOS.

La historia de este monte viene íntimamente ligada a nuestro pueblo; desde tiempos ancestrales, el pequeño promontorio, a escasos kilómetros de nuestra población, ha servido como refugio, lugar de pastoreo y, como veremos, como medio de subsistencia de muchos habitantes de nuestro pueblo.

Pinar de la Hoya del Agua, que pertenecía en su origen al Monte Viejo.
El llamado Monte de Propios, o más adelante, Monte Viejo, es un lugar natural privilegiado: está enclavado entre las fincas de Buenavista, el llamado Pinar de Sandoval, también perteneciente a él, que pertenece al término vecino de Pozoamargo, la Hoya del Agua -antes llamada Hoya la Puerca- y Villapardillo. Desde antiguo, ha sido un monte que ha estado nombrado en circunscripciones como la de Madoz o incluso la de Felipe II. Se le ha nombrado como un monte repleto de matorrales bajos, pinos y, en regla general, como un entorno natural de una categoría media. Su situación privilegiada, cercana a la llamada Cañada Real, lo convierte en un sitio estratégico con recursos naturales.

Hablar del Monte Viejo es hablar de Casas de Haro. En 1837, con la llegada del Ayuntamiento Constitucional, y situando a nuestro pueblo como municipio independiente de San Clemente, se comienza a nombrar el lugar como Propio. Esto quiere decir que el Monte Viejo pertenece a todo Casas de Haro, o si queremos, al Ayuntamiento de Casas de Haro.

De ahí podemos extraer que, hasta la desamortización de Madoz, a mediados del siglo XIX, el Ayuntamiento percibía ingresos de ciudadanos que se aprovechaban de los recursos que se podían extraer del mismo. Pongamos como ejemplo la recogida de la bellota. Se publicaban las condiciones de subasta, había alguien que pujaba, se la quedaba y, con ello, podía recoger toda la bellota que hubiera en el Monte de los Propios. Lo mismo ocurría con la leña, aplicándose desbroces de árboles, con el pastoreo del ganado, etc...

José Cuenca, padre de Luz Cuenca Requena.
Libro de las fiestas de Casas de Haro, 2008
Nuestro pueblo no ha estado exento de momentos de especial penuria económica. A mediados del siglo XIX, unas constantes nevadas supusieron que el Ayuntamiento permitiera a los habitantes cortar leña, realizando un desbroce de los árboles para poder calentarse. Y es que se corría el riesgo de congelación, especialmente entre las familias más necesitadas, que eran prácticamente la mayoría.

Pero sin hablar de esos contratiempos climatológicos, debemos situarnos en el contexto lógico para entender mejor su historia. Nos hallamos en los estertores del Absolutismo. El rey Fernando VII, parangón del absolutismo más caduco, acaba de fallecer. Con él deja la estela de las Guerras Carlistas, un conflicto sucesorio entre Isabel y Carlos María, hija y hermano del rey. En ese contexto bélico, Casas de Haro adquiere relevancia, dado que a través de sus tierras, las huestes de uno y otro bando camparán a sus anchas.

En estos momentos, la reina María Cristina se hace con el gobierno, y su Real Decreto de 1836 inaugura nuestro Ayuntamiento. El 1 de enero de 1837 Casas de Haro comienza su andadura jurando la Constitución del 15 de agosto de 1836:

Habilitado, publicada la Constitución en 15 de agosto de 1836.-
Los señores del Ayuntamiento Constitucional de esta Villa[1], en sesión de hoy han tenido por conveniente acordar lo siguiente:
Atendiendo a las relevantes circunstancias y adhesión a la Constitución y su Majestad la Reina Isabel II y su Augusta madre, regente de estos reinos, y otros nacionales, que con hechos positivos y públicos, se halla adornado Saturnino Carretero, secretario que ha sido en este Ayuntamiento Constitucional en el año anterior, y los buenos servicios que en esta parte ha prestado; se le repone nuevamente en el uso y ejercicio de secretario de este Ayuntamiento Constitucional, dotado con cien ducados de renta en satisfacción de su trabajo, los que le serán pagados de los fondos de el común


[1] Se trata del Alcalde Bartolomé Aroca y los concejales, ordenados respectivamente por el número de regidor que ocupan, Clemente Ximénez, Juan Montero, Julián Esteso y Julián Montero Montoya. El procurador síndico es Juan López Bañejil y el Secretario del nuevo Ayuntamiento Saturnino Carretero Moya.

 Ya que hablamos de contexto, en nuestro pueblo existía ya un comercio al por menor y también una taberna en la que se surtía aguardiente y vino. Sin salir de este año, el 2 de enero se nombra el primer arrendamiento que percibirá el Ayuntamiento, que no es otro que el de pesas y medidas, por el cual alguien paga al Ayuntamiento una suma para establecer los pesos y medidas que regirán durante todo el año.

En este día se acuerda publicar en los sitios de costumbre los requisitos para acceder al ramo de pesas y medidas, especialmente en lo que respecta a “tiendas de aceytes y abacería[1], taberna (…)”. Podemos observar que ya durante 1837 existía, al menos, una tienda de comestibles y una taberna en Casas de Haro. Por otro lado, el remate de esta medida se realizará “el día seis[2] del corriente a la salida de Misa mayor en la plaza de esta Villa”.


[1]  Según la RAE, una abacería es un “puesto o tienda donde se venden al por menor aceite, vinagre, legumbres secas, bacalao, etc.”
[2] Referido al día 6 de enero, fiesta de los Reyes Magos y finalización de la Navidad.

Una vez ubicados en nuestro pueblo y centrándonos en este contexto, comenzaremos a hablar del monte de los propios. Y tendremos que hablar de las penurias económicas de los ciudadanos de Casas de Haro. En un pueblo en el que la mayoría de los habitantes no sabían leer ni escribir; en el que las cosechas habían sido exiguas; y en el que la mayoría de los habitantes estaban en la pobreza más absoluta, atendiendo a la situación bélica que se avecinaba, muchos habitantes robaban del Monte Viejo leña para poder sobrevivir.

El 16 de abril de 1837 el Ayuntamiento en pleno mandó al mayordomo de Propios, el señor Ambrosio López, a que impusiera multas a todos aquellos a los que se les sorprendiera robando leña.

“Manifestó el Sr. Presidente la necesidad que había de formar un medio fuerte y riguroso para contener los abusos que se notan en cuanto a cortar leña del Monte de los fondos del común de esta Villa, puesto que la multa impuesta no es suficiente atendiendo a la pobreza que padecen los que cortan: seguidamente se acordó por unanimidad que a todo el que se coja con leña se le exija 4 reales y dos días de arresto; y si no se puede extraer dicha multa, que sufran cuatro días de arresto, y cuando el daño originado sea de consideración se le pondrá la denuncia ante el juez competente”.
Haciendo cuerva en el campo: Teodora Carretero.
Libro de las Fiestas, 2010.

Sin embargo, los habitantes seguían robando leña, y al parecer, se les daba igual ser arrestados o tener que pagar la multa, dado que la necesidad y el hambre eran lo que les hacía incurrir en esas conductas delictivas. Un habitante de Casas de Haro recorría esa distancia para robar leña, hacer con ella gavillas de leña y llevarla a los vecinos pueblos de Pozoamargo o Sisante para venderla, y con ello, subsistir un día más en su ya pesarosa vida. Es más, viendo que este acuerdo los perjudicaba, iban a extraer recursos del Monte Viejo por la noche. El 31 de diciembre de 1837 se expone por el Ayuntamiento la conducta y la necesidad de estos miserables habitantes de nuestro pueblo.

“El síndico manifestó que sin embargo de lo manifestado por los regidores que habían dado supieron y es cierto no llevaron a debido efecto los acuerdos en todas sus partes, es por causa de que en todos los que se encuentran con leña son los más pobres que no pudiendo extraerles la multa prevenida, se les deja porque no perezcan de hambre.

El Sr. Presidente manifestó que había llevado varias multas pero que es tanta la necesidad que les nota que muchos, los más no pueden pagar un ochavo, y le es doloroso sujetarlos a una prisión que indudablemente perecerían en ella de necesidad, y dicen que se les deje trabajar o se les deje traer leña o si han de ir a robar, y que otros dicen que tanta parte sierra uno como otros, y que de noche no es fácil guardarlo y cuando más con exceso cortan, y que por ello está resulto a llevar a decido efecto lo que se acuerde nuevamente”.

El 8 de febrero de 1838 transcribiremos una sesión de la que podemos extraer todo lo que anteriormente hemos comentado. En esta sesión se acuerda permitir a estos pobres habitantes que extraigan leña del Monte de los Propios, multando a aquellos que no tengan necesidad de ese sustento e incurran en conductas irregulares.

“El Sr. Presidente dijo que el motivo de la reunión del Ayuntamiento lo motivaba para informar a la corporación del estado en que se halla el Monte de los propios de esta Villa, la mucha leña que de él cortan sin consideración tanto los vecinos de esta villa como los de los pueblos inmediatos, que según los reconocimientos que él mismo ha hecho, se encuentra casi totalmente destrozado todo el enarbolado, para cuyo fin estaban reunidos para acordar las providencias que sean bastantes a contener la corta de leña.
Sabida es la mucha necesidad que hay en esta Villa e inmediatas que más de sus dos terceras partes están pereciendo de hambre, sabido es que no hay quien ocupe a esta clase de gente menesterosa, no hay uno que ocupe a trabajar a un solo jornalero, la falta de viveros es tan grande que todos los de esta clase, se dedican solo a cortar fustas y palos y llevándolos a los pueblos inmediatos y a los vecinos de ésta que los compran, socorren por aquel día su necesidad, quedando con la misma o mayor para el siguiente o siguientes, que regularmente tienen que volver al mismo ejercicio por no dejar morir de necesidad a su dilatada familia. ¿Qué hará un juez que por el guarda y escolta destinado a la custodia de dicho monte se le presentará varios de estos infelices, pálidos de hambre, desnudos y descalzos, que sólo llevan un hacha que fiada han podido adquirir, para con ella cortar leña y no dejarles morir? Ciertamente, señores que nos estremece el alma de tener que proceder contra la miseria y necesidad. ¡Los más días se nos presentan varios de éstos, con dos o tres hijos que llevados de amor paterno siguen a sus padres porque los llevan ante el juez, y con sus lamentos estremecen los más duros y empedernidos corazones! Varias providencias he tomado junto con ustedes  pero ninguna es bastante a contener la corta de leña pues es el único medio de que pueden echar mano para no morir y que no extravíen a otros ejercicios que pudieran ser de más funestas consecuencias.
Saben ustedes el resultado de las escoltas que han salido porque ustedes han sido los jefes de ellas; en mi concepto sólo hemos conseguido emplear a los nacionales distrayéndolos de sus trabajos y sin que el resultado sea otro que evitar algunos, pero no a todos pues luego que la patrulla se retira salen y cortan; y cuando más salen de noche que es más difícil su custodia; pero ¿de dónde se han de socorrer éstos que empleados por nosotros dejan su trabajo?; sacar de los que pillan cortando; es imposible por más fácil los fuera pensar en una cárcel un año y morir en ella, que estar en una cosa que no tienen; venderles una finca (alguien la tiene) ¿quién la compra? Nadie: poner las denuncias sería doloroso, pues yo no alcanzo el medio que se tomaría para que la corporación pueda subsanarse de la responsabilidad en que está pues los hombres se acaban y las haciendas se aminoran con la guerra civil que nos destroza, muchos pueblos carecen de estos arbitrios con que poder socorrer esa primera necesidad, pues tratemos de que no mueran los pobres, que nosotros somos sus padres y protectores, por cuantos medios nos sugiera nuestro celo y tratemos al mismo tiempo de ponernos en cubierto con las autoridades superiores que se desecharán nuestros acuerdos y más cuando se dirigen a la conservación de nuestros hermanos”.