Pedazos de nuestro pueblo, pedazos de nosotros mismos. Adéntrate en este blog y descubre trocitos singulares de nuestro presente y de nuestros antepasados. Espero que te guste y espero tus comentarios al final de los artículos.

viernes, 28 de febrero de 2014

LA FIESTA DEL CARNAVAL EN CASAS DE HARO

Hablar de Carnaval es hablar de celebración. Sin ese componente lúdico no podemos hablar de Carnaval, ni en Casas de Haro, ni en ningún pueblo de Castilla-La Mancha.


Pero también tiene como característica este antruejo un cierto descontrol, hilarante fórmula en la que se considera el mundo al revés: en el que el niño se convierte en anciano y el anciano en niño, el deseado mancebo en delicada dama, y la delicada dama en viril caballero.

Quizá ese "todo vale" implique que el Carnaval se viva desde las máscaras. Así nadie puede conocerte y sumergirte en ese "descontrol" que existe en esta fiesta. Se trata de una fiesta que en nuestro pueblo tuvo muchísima aceptación.


No estamos en mal camino hablando de cuadrillas enteras que ya iban de baile en baile y de día en día, desempolvando cualquier atuendo de la abuela que encontraban entre los baúles y arcones de las cámaras y supliendo en muchas ocasiones con imaginación cualquier problema de última hora: que hacía falta un componente, cualquiera se movía por el barrio de abajo, o el de arriba, y buscaba entre vecinos, familiares o amigos, para que salieran con el grupo.

Que faltaban unos leotardos verdes, se echaba a volar la imaginación y con ella los pasos para pedírselo a aquella persona que se sabía que lo tenía. Cuántas y cuántas procesiones a casa de la Magdalena, en el barrio de abajo... Cuántas y cuántas procesiones a casa de Pili y José María, llamado en el pueblo "el Gallo", para que saliera en uno u otro grupo. Cuántas y cuántas procesiones a casa de Juliana, la del Moreno, para que nos dejara esto, lo otro o lo de más allá... y lo mejor es que siempre salíamos espléndidos.

Y es que, amigos, antiguamente los Carnavales sí eran Carnavales. Aquellos días de exceso, descontrol, pero también de fiesta expléndida, de esos guateques en la discoteca Aida, abierta en 1978, y que supuso un punto y aparte para los carnavales. Anteriormente, en los bailes de El Pluma, de Graciano, etc... cualquiera podía ir y demostrar que el Carnaval era cosa de Casas de Haro.

Pero la gente aún hoy recuerda aquellas fiestas en el local Aida; aquellas semanas enteras de Carnaval que atraían gente de los pueblos de alrededores; aquella energía que derrochaba el pueblo para pasárselo escandalosamente bien. Esos carnavales que podían durar varios días, y que no finalizaba con el entierro de la sardina, sino que seguía ya entrada la Cuaresma, en la semana siguiente al carnaval.


Eran días de compañerismo, de feliz convivencia, de risas, de ilusión, de imaginación, de esperanza, de unión. Aquellos Carnavales que todos hemos disfrutado. En el Aida se hacían también carnavales infantiles por la tarde del sábado, y muchos niños y niñas nos disfrazábamos en ese entonces por la tarde y luego por la noche. Es más, nuestros padres se disfrazaban varios días 
seguidos. 


¿Es difícil continuar con esta tradición? No lo creo: ha decaído mucho; mientras que vecinos pueblos como la Roda, Tarazona de la Mancha o San Clemente han sabido aprovechar esta fiesta y conseguir aupar sus Carnavales, Casas de Haro ha permanecido estático, o quizá con un cierto regusto pesimista, han dado un paso hacia atrás. Y no hay que culpar, como casi todo, a las autoridades; quizá deberíamos culparnos a nosotros mismos. Ha habido esfuerzos para que cale un desfile y bailes de disfraces con intención de hacer nuestro Carnaval vistoso y colorido, pero debemos ser nosotros los que, con nuestros actos, y nuestra ilusión, consiga que el Carnaval prenda con una llama más ancha en nuestros corazones y volvamos a vivir el Carnaval como a principios de los 80, quizá los años en los que más se disfrutó del Carnaval en nuestro pueblo.

El Carnaval, en conclusión, tiene también mucho de cutre y de hortero, mucho de sábado de ansiosos y domingo de deseosas, tiene también mucho de arte y de exceso, pero no podremos negar que tiene también algo de nosotros mismos. Larga vida al Carnaval que comienza, como no puede ser de otro modo con Jueves Lardero.


Fotografías cedidas por: María Teresa Madrid Fernández.

domingo, 9 de febrero de 2014

EL EDIFICIO CONSISTORIAL

Hablar de la construcción de nuestro antiguo Ayuntamiento es una tarea harto difícil. En primer lugar, porque existe numerosa documentación en nuestro archivo municipal. Y por otro lado, adquiere gran relieve la responsabilidad de encontrarse con el testigo de describir la construcción del primer y único edificio en casi 150 años que se construyó por nuestro Ayuntamiento.

Ya desde el inicio de las sesiones de nuestro Ayuntamiento Constitucional, desgajado de San Clemente, en 1836-1837, ya existe la carestía de una sala capitular, de un juzgado municipal, de una sala para la secretaría y de una cárcel. La Plaza de la Constitución -actual Plaza Mayor- servía de escenario para la difusión de los edictos, dado el carácter ágrafo de la población.

“El Secretario manifestó a la Corporación que cumpliendo con lo mandado (…) y a presencia del Regidor Julián Esteso, y demás vecinos que concurrieron, a la hora señalada, había verificado la lectura (en la Plaza de la Constitución) de los Boletines quedando los circundantes enterados de sus contenidos; la Corporación quedó enterada”.
De hecho, en estos primeros años tenemos notables testimonios de la falta de Ayuntamiento. El 11 de abril de 1841 se produce el reemplazo de los mozos para el servicio militar en casa del Alcalde, don Antonio Matilla, "por falta de Ayuntamiento". Curiosa forma la de anunciar este reemplazo, por otra parte, con toque de campanas, que se suspendería cuando comenzara el sorteo y alistamiento. Numerosas son las ocasiones en las que en el libro de sesiones de nuestro Ayuntamiento se nombra la falta de Sala Capitular y de edificio de Ayuntamiento. El 14 de septiembre de 1856 se dice “Reunidos en la Secretaría de este Ayuntamiento por falta de Sala Capitular los señores que componen este Ayuntamiento (...)". Aún con cierta socarronería y retranca, se vuelve a nombrar esta carencia el 20 de septiembre de 1857: “Reunidos en las Salas Capitulares, o mejor decir sala de secretaría”.


Antes de la construcción del antiguo Ayuntamiento de Casas de Haro, ya había un interés latente sobre la construcción del edificio. Prácticamente, 30 años antes ya existía una intención de crear un local para la instalación de unas escuelas, Ayuntamiento y cárcel. El 14 de abril de 1850 se procede a solicitar al Señor Gobernador de la Provincia una licencia para la construcción de un edificio que albergara estas dependencias municipales:

“También manifestaron la necesidad o conveniencia de que se hiciese en esta Villa una sala de Ayuntamiento con un local para el depósito de cualquier preso o detenido, mediante a que la reunión de esta Corporación para sus deliberaciones tiene que estar en casa particular de Alquiler por faltar aquí edificio; y a mayor abundamiento cualquier preso detenido tiene que depositarse en una casa particular también: por cuyas razones sus mercedes acordaron se ponga en conocimiento del Sr. Gobernador de la provincia a fin que conceda la correspondiente licencia para la construcción de dicha obra”.
En 1852 cae un gran pedrisco que arruina las cosechas. El 20 de junio de 1852, el Ayuntamiento, presidido por D. Pedro Romero, recibe una asignación de 2.000 reales, lo que se decide utilizar para  "la adquisición de un local para Escuela, Sala de Ayuntamiento y cárcel, y hasta tanto lo expuesto por el Ayuntamiento no se realice, se proporcione un local para la escuela interinamente y en alquiler mediante a que el que ocupa en la actualidad lo necesita su dueño D. Juan José Perona según lo tiene manifestado a la Corporación”. 


Sin embargo, el 30 de octubre de 1852, se produce un déficit municipal de 3.224 reales y 9 maravedíes. Lo que supone que esa cantidad se utilice para mitigar ese débito, con lo que se da al traste las esperanzas de este Ayuntamiento en conseguir un edificio que albergue el Ayuntamiento. El montante sobrante de esta cantidad será pagada por repartimiento vecinal. Como no sería la situación de absoluta carestía del Ayuntamiento, que el propio secretario del Ayuntamiento, en el acta del 21 de noviembre de 1852 se queja de falta de recursos para ejercer su trabajo:

"Hizo presente el secretario de esta municipalidad que se mira su destino con alguna indiferencia pues que ni se le facilita brasero ni luz para trabajar de noche, no obstante de estar prevenido en el capítulo de gastos de oficina; y en vista de la anterior manifestación deliberó el Ayuntamiento acceder a la manifestación del mencionado Secretario por cuya razón se le facilitarán los recursos que él mismo refiere”.
El 30 de agosto de 1857 se le exige al Gobernador una cantidad que se adeuda por haber pagado entre todos los vecinos el sueldo del médico cirujano, con lo que podría construirse la Sala Capitular. Esta deuda es de 5.500 reales. Se le da ciertamente una gran importancia a cumplir con este proyecto; el sentir es notorio en todas las Corporaciones que, en mayor o menor medida, quieren construir este anhelado proyecto. Esta exigencia no tiene respuesta. Por tanto, ni de una, ni de otra forma se consigue construir las salas del Ayuntamiento. 





















El 26 de septiembre de 1861 se realiza una reunión con los mayores contribuyentes en el despacho del secretario (a falta de sala capitular) para tratar sobre la conveniencia de construir un pósito para el grano. Contando con que habría unos 30 mayores contribuyentes, imagínense el caos de dicha reunión.

El 30 de noviembre de 1862 existe una orden del Gobernador Civil de la Provincia de Cuenca sobre la concesión de unas escuelas para nuestra población. Hay que recordar que dicha subvención, materializada 15 años después, no observaba en ningún momento la construcción de una Casa Consistorial. El Ayuntamiento, quizá por necesidad, quizá por lógica, enmascaró dicha obra y consiguió las escuelas, que dividió en dos partes: una dedicada a la escuela y otra dedicada al Ayuntamiento y dependencias municipales. Este acta es harto interesante, puesto que describe la situación del pueblo de Casas de Haro como angustiosa, dado que existen una carestía de recursos y sus habitantes, lejos de tener dinero o posesiones, se califican como simples colonos. Un colono es una institución del derecho romano que hace referencia a las tierras de cultivo. Sus características principales son que se trata de un estatus entre esclavitud y libertad, cultivaban tierras que no les pertenecían y estaban ligados a ellas, siendo libres y por el hecho de cultivarla pagaban un canon o renta anual, en especie o dinero.

"Para la construcción de locales de escuela y casas de los maestros tan necesarios en esta población, por carecer de ellos, toda vez que en la misma se carece de toda clase de recursos porque sus moradores no poseen nada en propiedad, y se dedican al cultivo de sus campos como simples colonos, desde luego resuelven se pida autorización al Gobierno de su Majestad la Reina, Quien Dios Guarde, para que las expresadas obras se construyan con el producto de la tercera parte de los bienes de propios enajenados de este pueblo, depositados en la Caja de Depósitos de sucursales de la Provincia, único recurso que tiene este pueblo para ello”


En 1863, el Ayuntamiento necesita un local para poder tener sus sesiones. De hecho, se habilita al Alcalde, D. Francisco Giménez, para que haga las gestiones oportunas para conseguir dicho local. Este local debe llevar  "las seguridades convenientes para la custodia de documentos de secretaría”. El 14 de mayo de 1863, se encuentra un local que habrá que alquilar, dado la situación ilógica de reuniones cada vez más numerosas, y menos espacio. Este local estará ubicado en la parte de abajo, como lo estarán todos aquellos que se usan como despacho del Secretario, Juzgado Municipal y cárcel.


“El propio Sr. Presidente expresó que no había encontrado local para secretaría del municipio, a falta de sala capitular, para tener sus sesiones, y archivar los documentos de la Secretaría y daba conocimiento de tal novedad, según se acordó (…)
El regidor don Silvestre Perona hizo presente que no tenía inconveniente el que hasta el día de san Juan de este año tenga el municipio sus sesiones en la casa que tiene el Ayuntamiento dada por habitación al maestro de Escuela de niños de este pueblo, toda vez que pasa a éste a otra casa, pero debe advertir que han de tener las condiciones de que el Ayuntamiento desde el dicho San Juan de este año, ha de tomar en arriendo para un año para el servicio que hace de cómo local por el Ayuntamiento”.

Llegará la I República Española, y con ello volverá a retrasarse la construcción del Ayuntamiento y de las escuelas. Obviamente, esta situación crítica se notará en el propio Ayuntamiento, que no tiene dinero ni siquiera para comprar el sello o timbre oficial. 


Por fin, el 10 de abril de 1877 se convoca una sesión extraordinaria en la que se habla de la urgente necesidad de la obra para las escuelas. Tal es la necesidad de un edificio nuevo, que el propio síndico, persona encargada de cuidar los intereses del Ayuntamiento, evalúa favorablemente la construcción del colegio. Es interesante observar que el Ayuntamiento siempre habla del edificio para darle un destino múltiple, aunque desde la Diputación Provincial, que es la que sufraga el coste, se habla siempre de unas escuelas, de niños y de niñas, separadas obligatoriamente, lo que veremos no se realiza. 

"El Señor Alcalde Presidente llamó la atención del municipio acerca de la urgente necesidad de ejecutar las obras para locales de las escuelas, casas para los maestros, sala capitular y cárcel y de los medios o recursos para llevarlas a cabo. La corporación, en su vista conforme con el parecer del síndico presentada de que en aspecto no sólo no conveniente a los intereses de la población la realización del proyecto sino que hasta es necesario impulsar su ejecución por ofrecer ventajas inmensas a este pueblo, que no pueden ser por nadie desconocidas, y persuadida de que será forzoso por falta de otros recursos aplicar el producto de la tercera parte del 80% de sus propios enajenados"

Diez días después, el 20 de abril de 1877, se evalúa esta nueva situación por la Junta de Asociados, en unión al Ayuntamiento. Recordemos que la Junta de Asociados la componen los mayores contribuyentes de impuestos del Ayuntamiento.



Se queda en convocar una Junta Extraordinaria para la Junta de Asociados a fin de que éstos decidan qué hacer. El Alcalde don Juan Moya Buedo, en unión a los Asociados del Ayuntamiento acuerdan solicitar a la Excma. Diputación una subvención para este colegio por 25.000 pesetas. En documentación posterior, conocemos que se concedió 23.331,71 pesetas, lo que es de suponer que el montante que faltó hasta las 25.000 pesetas que costaba la obra lo pusiese el Ayuntamiento de sus recursos propios, lo que será imposible dado la dificultad de recaudación de granos y hallarse los barrios y aldeas muy equidistantes entre sí; con lo que se acuerda en septiembre del mismo año que se pague por reparto o suscripción vecinal.

"Se dio cuenta del proyecto de las obras destinadas para locales de escuela, casas habitaciones para los maestros, sala capitular y cárcel (...) se convencieron de su utilidad y conveniencia y necesidad para la población por las razones de que este pueblo carece absolutamente de locales para los objetos indicados, los que se tiene que costear de alquiler que graba en demasía anualmente al presupuesto (...) 
Resultando que el presupuesto particular de estas obras asciende a la cantidad de 25.000 ptas y que los recursos municipales ordinarios que la Ley concede a los Ayuntamientos, incluso el repartimiento, ajenas, alcanzan para cubrir las atenciones fijas anuales, según lo patentiza el presupuesto del corriente año, en que aparecen utilizadas las rentas de las fincas no enajenadas hasta el día, no quedando otro medio para llevar adelante las mejoras proyectadas que recurrir a los valores depositados en la Caja General de este nombre por la tercera parte del 80% de sus propios enajenados (...) 
Que razonando las razones expuestas en pro y en contra, demostró el procurador síndico don José Araque que no era posible renunciar a la ejecución de las obras ni creía conveniente aplazarlas, pues lo que se halla supuestamente justificada su utilidad, conveniencia y necesidad, y que en esta circunstancia juzgaba procedente impetrar la conveniente autorización del Gobierno para aplicar la tercera parte del 80% al presupuesto de las Obras (...)
Que en esta hipótesis se discutió amplia y razonadamente por los señores concejales, y adjuntos, emitiendo cada uno su parecer. Que reasumiendo las razones expuestas en pro y en contra, demostró el procurador síndico Don José Araque que no era posible renunciar a la ejecución de las obras, ni creía conveniente aplazarlas, puesto que se halla suficientemente justificada su utilidad, conveniencia y necesidad, y que en la atención juzgaba procedente impetrar la conveniente autorización del Gobierno para aportar la tercera parte del 80% al presupuesto de las obras. Conformes con este parecer y puesto a votación, se acordó por unanimidad que se solicite del Gobierno la mencionada autorización”.
Ya instalado el local del Ayuntamiento y puesto a funcionar a partir de 1878-1879, el 12 de agosto de 1883, se instala el recaudador de impuestos en la Sala de Audiencia del Ayuntamiento para recaudar impuestos, dado que existe un descubierto; este recaudador se instala de 9 de la mañana a 3 de la tarde para solventar este déficit en las cuentas del Ayuntamiento.

El 17 de mayo de 1903 “se acuerda por unanimidad que se arregle el despacho de arriba (del Ayuntamiento) a que se da acceso por la escalera del Mediodía para el Juzgado Municipal quedando la cocina para depósito municipal o cárcel, quedando el local del Juzgado independiente y lo que era Depósito Municipal se deje para despacho de la Secretaría”. Nos hallamos, veinte años después de su construcción, con la primera gran acometida o reforma que se realizó en nuestro Ayuntamiento. Y es que recordemos que el Ayuntamiento se construyó como escuela, y como tal, tenía una casa habitable en el piso superior. Sin embargo, la fachada principal, la del mediodía, se utilizaba como Ayuntamiento. De ahí que la cocina de la segunda planta se dejara como cárcel, y la parte superior se utilizara como Juzgado Municipal. En la parte de abajo, la sala que se usaba como depósito municipal, pasaría a ser el despacho del Secretario.

Se producen elecciones en noviembre de 1905, y se debe “designar locales donde han de constituirse las mesas electorales para la elección de concejales que ha de verificarse el día 12 del presente mes; el Ayuntamiento tras de una breve discusión acordó por unanimidad designar local para la mesa de la única sección del distrito de la Sala Consistorial, el de la Sala de Sesiones de este Ayuntamiento, y para única mesa del distrito de San Julián, la casa de Mercenario Martínez, en la calle de la Princesa”.

Don José Arnal de Perona fue por méritos propios una de las personas más importantes de Casas de Haro en el último tercio del siglo XIX y los primeros años del siglo XX. Ya hemos hablado de él en otro lugar, refiriéndonos a la primera acta del siglo XX, llamada el Acuerdo Conmemorativo del 1 de enero de 1901. Fue depositario de las cuentas del Ayuntamiento, cobrador de impuestos, auxiliar del Ayuntamiento, Secretario, maestro, alcalde. Quizá fue una de las personas que más conocían el pueblo y todo lo que en él existía. El 17 de junio de 1906 solicita, como maestro, se le facilite vivienda legal encima de las escuelas. Además, reclama en Cuenca que se dé razón de la subvención que se dió en 1887, puesto que tenía conocimiento que dicha subvención no se había utilizado en la construcción de las escuelas. 




"Se informe cuanto ofrezca y parezca sobre la inversión dada a las 23.331,71 concedidas por R. O. De firma de julio de 1878 para la construcción de un edificio con destino a escuelas, casas para los maestros y otras dependencias (...) 
Resultando: que el edificio construido para las escuelas, casas para los maestros y otras dependencias, contiene las oficinas del Ayuntamiento, consistentes en una sala capitular, secretaría, archivo y juzgado municipal y que en capacidad no permite dar habitación suficiente para el Maestro de escuela y su familia, puesto que solamente queda un local, el Ayuntamiento tras una ligera discusión acordó por unanimidad que se dé cumplimiento a la orden del Señor Gobernador poniendo a disposición del maestro de niños de esta localidad el local citado que se encuentra desocupado en la planta alta del edificio, sin alterar el estado actual de las demás oficinas, puesto que al Ayuntamiento no consta qué habitaciones pudieran corresponder a las casas de ambos maestros”
El 23 de enero de 1906 se evalúa que se constituya el archivo de la localidad en uno de los locales de la planta alta del edificio. Ya en agosto de 1910 se realiza un arreglo en la casa consistorial, dada su necesidad. 

“Seguidamente hizo presente el Señor Alcalde que tenía necesidad de hacer varios gastos en el blanqueo de la casa Ayuntamiento, arreglo de los balcones y otros urgentes. Todos los Señores concejales observan autorizar al Alcalde para que tanto los gastos y trabajos realizados se paguen por cuenta del capítulo de imprevistos, y que en lo sucesivo siga gastando lo que considere necesario, sin necesidad de nueva autorización por dar a esta carácter amplio y suficiente para todo los pagos que se ocurran en el actual año económico”.

Ya en febrero de 1911, se observa que no existe un local para la cárcel, y se evalúa el alquiler de un local para la cárcel. 

"Dada cuenta por el señor Presidente de no existir local para cárcel en el local de este Ayuntamiento, y enterados dichos Señores para que se acuerde sobre este particular, se acordó por unanimidad de los asistentes: que en vista de no existir en dicho ayuntamiento nada más que un pequeño portal, por el cual se da acceso a la Sala de sesiones y entrada a la escuela de niños y un pequeño local a la derecha dedicado a la Secretaría del Ayuntamiento, careciendo el mismo de ningún otro edificio propio de este Municipio, sea habilitado dicho portal para los casos, que por su poca importancia de delincuencia pudiera ocurrir, siempre que el tiempo lo requiera, y para si se diera algún caso de importancia, se habilite una casa particular, siempre que ésta reúna condiciones de seguridad, para la responsabilidad del alcaide de ésta, que es el que viene ejerciendo el cargo de Alguacil en este Ayuntamiento. Se acuerda admitir la referida del vecino Mercenario Martínez”.
En marzo de 1911, hay dificultad para asignar local de uso de Juzgado y archivo, lo que implica que se alquile un local a otro vecino para tal fin. En este acta también vemos que en un inicio el local de la Secretaría se usaba como cárcel, en un inicio. 


“Que no existiendo local ninguno en este Ayuntamiento que se pueda habilitar para Juzgado y archivo, según se pide en la comunicación por no constar éste nada más que de la sala de sesiones y un pequeño local en la planta baja que desde algunos años se viene habilitando para la Secretaría de este Ayuntamiento y según versiones fue destinada en un principio a cárcel, sin saber consta o no oficialmente; no poseyendo este Municipio otros edificios que los enumerados (aparte las Escuelas), se vea qué local particular y en mejores condiciones pueda haber en este Barrio para alquilarle y entregarlo a referido Juzgado.

En vista hicieron uso de la palabra varios señores concejales y manifestándose que en este misma plaza existe un portal propiedad de Ventura Parra Madrid de estos vecinos y frente a la puerta de la Iglesia el cual se halla completamente independiente. Habiendo sido acogido por todos la proposición fue llamado a este a acto al referido Ventura y manifestando estaba conforme en alquilar dicho local por tiempo ilimitado y solo para ese uso, conviniéndolo así y por el precio de cuarenta pesetas anuales, aceptadas las proposiciones siempre que el mismo reúna condiciones, para lo cual y urgente del caso se acordó poner a dos concejales a enterarse de su estado, y habiendo verificado don Aniceto Carretero y don Narciso Moya, volvieron dichos señores, manifestando: que el referido local reúne condiciones y de seguridad por la buena puerta de dos hojas con su cerradura. Que acto seguido se limpie el referido local, pudiendo a la mayor brevedad hacer entrega de la llave, llevando de antemano al repetido local una mesa, silla de brazos y banco de los que existen en este Ayuntamiento como enseres.

Y verificado lo dicho, que por la Alcaldía se mande comunicación al referido Juez con entrega de la llave para que cuando tenga a bien haga la instalación del mismo.”
El 23 de mayo de 1915 se compra un arca de fondos municipales. En esa época no existían los bancos, y el dinero recaudado era muy peligroso tenerlo en las casas. Por lo cual se compra la conocida como "caja de las tres llaves", que servirá para tener en el Ayuntamiento dinero en metálico de los impuestos y que ha funcionado durante todo este tiempo, hasta la llegada de las entidades bancarias. Normalmente, las tres llaves que la abren las tienen el Alcalde, el Secretario y el Depositario de las cuentas, de tal modo que sólo se podía abrir en presencia de los tres.

Sin ánimo de extendernos, en 1996 se produce un acta muy curiosa. Dña. Rosa María Chazarra, alcaldesa en esos momentos, en unión a los concejales, acuerdan cambiar el antiguo Ayuntamiento de lugar, dado el mal estado del mismo, y desplazarlo del Barrio de Abajo al Barrio del Centro. Una vez habiendo decidido ese cambio, el pueblo se levanta en contra de esa decisión y el 7 de febrero de 1996 se produce una nueva sesión en la que se decide dejar el edificio consistorial en el lugar en el que está.

“Notificación del acuerdo de la ubicación del Ayuntamiento. Se da lectura a a los escritos presentados por los concejales Dña. Francisca Arroyo Mayorgas del PSOE y don José Antonio Martínez Piqueras, del PP, los cuales manifiestan su postura con respecto a la ubicación del Ayuntamiento considerando que debe mantenerse en el mismo sitio. La Sra. Alcaldesa da la palabra a los distintos concejales que componen el Ayuntamiento:

  • Dña. María José Martínez López, del PP: Es mejor la centralización de los servicios, pero el Ayuntamiento siempre ha estado aquí, y debe seguir en el mismo sitio.
  • D. Ángel Martínez Grande, del PP. Yo tengo muy clara mi postura.
  • D. José Antonio Martínez Piqueras, del PP: Tengo que rectificar el sentido de mi voto, no tuve en cuenta a los vecinos de abajo. Medité sus peticiones y pedí la convocatoria de un pleno para que el Ayuntamiento siga en el mismo sitio.
  • D. José Luis Martínez Grande, del PSOE: Vivo aquí y me presenté para trabajar lo mejor para mi pueblo. Voté sí, porque creí que lo más conveniente era centralizar los servicios en un lugar único, pero yo estoy con el pueblo.
  • Dña. Francisca Arroyo Mayorgas, del PSOE: Yo voté sí por las mismas razones aducidas por mi compañero.
  • D. Pedro Carretero Ramírez de IU: yo lo veo bien en donde se construya, a mí me gustaría que estuviera en el centro, pero hay que tener en cuenta la opinión de todo el mundo.
  • Sra. Alcaldesa: Creo que el mejor sitio para ubicar el Ayuntamiento es en el centro, pero si se quita el Ayuntamiento de donde está, desaparecería el núcleo urbano en el que está situado.

D. Pedro Carretero Ramírez de IU: La Corporación es la que debe de decidir el cambio de ubicación.

Por lo que sometido a votación, el lugar en donde debe estar ubicado el Ayuntamiento y, por tanto, la modificación del acuerdo del pleno en el que se acordaba su traslado al futuro centro polivalente, por unanimidad se acuerda que siga en el lugar actual”.
El nuevo Ayuntamiento costó 23.000.000 de pesetas, y su ubicación ha sido la misma; la historia se ha respetado en una institución que costó mucho esfuerzo realizar, y que debe servirnos como acicate para entender que la unión de todos está por encima de lo que piense uno. El 21 de mayo de 1997 se da luz verde al proyecto técnico de dicha construcción y a la demolición del antiguo ayuntamiento.

"Visto el proyecto técnico de la obra denominada “Casa Consistorial” redactado por el arquitecto técnico don Jaime Chavarri Colón por un importe de 23.890.329 ptas

Tras la oportuna deliberación y con mayoría absoluta (3 del PSOE y 1 de IU), 2 abstenciones y uno en contra del concejal D. Ángel Martínez Grande del Grupo Popular, se acuerda su aprobación”. 



Durante la construcción del nuevo Ayuntamiento, se siguió prestando servicio en las oficinas de la Cámara Agraria, en el parque de los Mártires. En diciembre de 1998, se produce la inauguración del nuevo Ayuntamiento, por el Delegado de Obras Públicas don Ignacio Pina Martínez. Desde ese entonces, la modernidad hace que el Ayuntamiento haya ganado espacio y mejores condiciones para atender al ciudadano.

FOTOGRAFÍAS DEL ANTIGUO AYUNTAMIENTO: Excmo. Ayuntamiento de Casas de Haro.
FOTOGRAFÍAS DEL NUEVO AYUNTAMIENTO: Propias.


domingo, 2 de febrero de 2014

LAS NARANJILLAS

Dentro de nuestro acerbo cultural, aquel tesoro inmaterial que forma parte de nuestra identidad como pueblo, hoy hablaremos de una de las danzas que componen los machotines.

Iremos desgranando, cual cuentas de un rosario, el sentido de las danzas y bailes de nuestro pueblo. Y nada mejor que empezar con el baile que, a juicio personal, es de los más lucidos de nuestra danza y paloteo.

Tiendo a pensar que el personaje de "la portuguesilla" llegó a existir en nuestro pueblo. De ser así, probablemente, sería una mujer "ligerita de cascos", como veremos cuando analicemos el significado de esta danza. Obviamente, hablamos siempre en un plano simbólico. Aquí no había naranjos, pero sí tapias. ¿Os imagináis a alguien tirando naranjas al patio de al lado? En esa época, eran constantes los tratos con lugares como Alcoy y Alicante. Muchos de nuestros productos, como el aceite o el vino, salían hacia allá y eran vendidos con más o menos tino por comerciantes que pasaban por el pueblo y los transportaban en borricos. Y habría que suponer que de allí se trajo esta danza, con claras reminiscencias levantinas.

Atendiendo a nuestro folklore popular, las naranjillas se cantan así:

NARANJILLAS DE PORTUGUESILLAS
NARANJILLAS DE MI NARANJAL.
ARROJÁDMELAS Y ARROJÁDMELAS
Y VOLVÉDMELAS A ARROJAR
Y VOLVÉDMELAS A ARROJAR
ARROJABA LA PORTUGUESILLA
NARANJILLAS A MI NARANJAL.


Es uno de los bailes de nuestro pueblo en el que se emplea los palos que, como todos sabréis, entrechocan entre sí, y también las castañuelas. En el momento en que en la canción se canta "Y volvédmelas a arrojar", parte de los danzantes dejan sus palos y evolucionan en círculo tocando las castañuelas.

De diversas investigaciones hemos podido concluir datando esta canción alrededor de 1620. El libro en cuestión que recoge las naranjillas es el libro de Tonos Castellanos B, que perteneció al Ducado de Medinacelli y pasó, posteriormente, a manos privadas. Una de las copias de este libro se encuentra en Mallorca. El inicio de esta composición profana comienza con 

Arrojome las naranjicas 
con los ramos del blanco azahar,
arrojómelas y arrojéselas 
y volviómelas a arrojar.

Se trata de una composición enteramente profana del siglo XVI, altamente repetida en nuestra literatura del Siglo de Oro. Es anónima, aunque la evolución del cantar en aldeas, literatura de la época, etc está muy documentada, incluso en el folklore portugués. Obviamente, ha llegado a nosotros con muy pocos cambios, aunque la evolución de diversas palabras es diferente. También el sentido de esta danza puede resultarnos algo oscuro.

Sin embargo, en el contexto de la época, esta canción profana tenía un sentido muy concreto. En la literatura del Siglo de Oro, referirse a un cítrico era simbología del amor realizado, completo. Ciertamente, se trata de una metáfora del amor satisfecho, con un claro contenido sexual. Debemos recordar, como ejemplo, este poema del siglo XVI, en el que ya se hace referencia a esta simbología.

Lávanse las casadas
con agua de limones;
láveme yo, cuitada,
con penas y dolores.

Se trata de un poema de amor gozoso, en el que el autor nos cuenta su amor correspondido. Como podréis comprobar a continuación, se trata de un poema cantado, que bien podría ser cantado por nosotros cuando bailáramos las naranjillas. Su composición original era a tres voces, aunque musicalizado, ha pasado a nosotros con el lógico olvido de una tradición oral que perpetúa el original, pero que va cercenando la canción hasta reducirla a la mínima expresión.


Arrojome las naranjicas 
con los ramos del blanco azahar,
arrojómelas y arrojéselas 
y volviómelas a arrojar.

De sus manos hizo un día 
la niña tiros de amores,
y de naranjas y flores, 
balas de su artillería;
comenzó su batería 
contra mí, que la miraba;
yo las balas le tiraba 
por dalle más que tirar:
arrojómelas y arrojéselas 
y volviómelas a arrojar.

Gustó la niña del juego, 
porque el trato aviva el gusto,
y yo, que a su humor me ajusto,
más me iba abrasando en fuego;
cogiendo otras de nuevo, 
con su hermosa y blanca mano
tiraba, con pecho ufano, 
siendo divino el tirar:
arrojómelas y arrojéselas 
y volviómelas a arrojar.