Coincidiendo con la festividad de
Santa Lucía, el 13 de diciembre, se celebra en Casas de Haro una misa en su honor en la Iglesia de Santa María Magdalena, donde se halla la talla de la santa.
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Imagen de Santa Lucía, abogada de invidentes y de los problemas de la vista.
Iglesia de Santa María Magdalena, Casas de Haro. |
Como veréis si alguna vez os acercáis, al lado de la santa podemos contemplar un
cepillo para las limosnas de la santa. Casas de Haro siempre ha sido muy devoto con Santa Lucía, entre otras cosas, porque ha sido la
patrona de los invidentes, y es abogada de los problemas de la vista. Posteriormente, hablaremos de determinados símbolos presentes en la talla que nos hacen pensar en ella no sólo como patrona de los invidentes, sino también como patrona también de los campesinos, de los pobres en general, de los niños enfermos, los electricistas, los chóferes, los cristaleros, los afiladores y también de las modistas, que se quemaban la vista cosiendo a la luz de las velas.
Y es que Santa Lucía se compró en una época posterior a la guerra. Ignoramos si anterior a la guerra, en el mismo sitio donde ahora está la imagen, existiría una figura de Santa Lucía más antigua. Sí tenemos constancia que en esa pequeña hornacina hecha de madera probablemente se encontraría la imagen de la antigua Santa Ana, madre de la Virgen, que desde siempre ha estado en la iglesia de Santa María Magdalena.
De Santa Lucía podemos decir que nació en Siracusa y era de padres nobles y ricos. Sin embargo, fue educada en la fe cristiana. Consagró su vida a Dios e hizo voto de virginidad. Su madre, Eustiquia, fue curada de una grave enfermedad, gracias a la intercesión de Santa Águeda, en una peregrinación a su tumba. Se suele utilizar para la representación de Santa Lucía una lámpara como atributo iconográfico, puesto que Santa Águeda se le apareció en esta visita expresándole que su madre sería curada, pero que ella misma sufriría martirio.
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Santa Lucía, de Franceso del Cossa. Siglo XV.
Representación de la santa con la palma y los dos ojos en una fina planta. |
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Detalle de los ojos de Santa Lucía. |
Gracias a esta curación milagrosa, la santa repartió su fortuna entre los pobres. Dicho hecho pudo ser la consecuencia que su prometido pagano la denunciara ante el magistrado Pascasio. La santa se negó a abjurar de su creencia y fue condenada a permanecer en el prostíbulo. Sin embargo, cuando iban a trasladarla a este lugar, la ataron a una yunta de bueyes para obligarla a ir a su destino, pero se mantuvo firme y fue imposible desplazarla.
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Santa Lucía tirada por los bueyes. Giovanni Bartolommeo Cristiani. Siglos XIV-XV |
Louis Réau nos cuenta en "Iconografía del arte cristiano. Iconografía de los Santos" que "el cónsul pidió ayuda a los magos. Lucía fue asperjada con orina hirviente, que se consideraba apta para destruir los maleficios. Los verdugos le echaron plomo fundido en las orejas, le arrancaron los dientes y los pechos. Se levantó una hoguera a su alrededor; pero las llamas la respetaron, y para acabar con ella debieron cortarle el cuello". Uno de los atributos representativos de Santa Lucía es una espada en una mano, o bien la espada clavada en el cuello en clara representación de su martirio. En nuestro pueblo, la imagen representada no se representa con este atributo, por ejemplo; pero existen numerosas representaciones de Santa Lucía con la espada clavada en su cuello.
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Representación de Santa Lucía con la espada y el candil encendido.
Filippino Lippi. Siglo XV. |
Una leyenda tardía, ya en la Edad Media, explica que a Santa Lucía le arrancaron los ojos; esto explicaría la deriva de su nombre, Lucía, que traducido del latín significa "luz". Esta leyenda ayudó a la representación iconográfica de la santa. Otro de sus atributos es dos ojos en un plato, representación gráfica de uno de sus episodios legendarios y en clara advocación desde entonces a la protección ejercida sobre invidentes.
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Última comunión de Santa Lucía. Tiépolo.
Representación de los ojos en el plato, junto con la espada de su muerte, en la esquina inferior derecha |
En nuestro pueblo, Santa Lucía aparece representada de pie, con una túnica roja, con pasamanería y decoración dorada, una prenda interior verde y un velo blanco en su cabeza. Evidentemente, si observamos esta talla desde los ojos del arte podemos encontrar que el
velo blanco hace referencia a su pureza, el
rojo de su túnica hace referencia a su martirio, y al ser revestida de
color dorado, indica su honor, poder y abundancia, puesto que puede hacer referencia a su origen noble. Por otro lado, el
color verde de su prenda interior, podemos asimilarlo iconográficamente a la esperanza que puede traer o el favor, si preferimos, que puede otorgar a las personas con problemas de visión.
Después de hacer un análisis de los colores, vamos a detenernos en los símbolos que vemos en esta figura. Un símbolo nos ayudará a reconocer a la figura. De Santa Lucía podemos decir que sus símbolos más conocidos son los siguientes:
- El candil encendido, símbolo de iniciación, educación y probablemente de enseñanzas ocultas. También puede hacernos, en un sentido más explícito, a la luz que ilumina la oscuridad de un ojo que no ve.
- Los dos ojos en un plato hacen por supuesto referencia al martirio que tuvo que sufrir Santa Lucía. Esa representación en la imagen siempre es aleccionadora; de hecho, en el saber popular, siempre se ha reconocido a esta santa gracias a este símbolo: cualquiera de nuestros antepasados, gente del campo, labriega y pobre en general, se encomendaban a sus plegarias. De hecho, no hay más que comentar que ya en 1752, en el Catastro de Ensenada, en el que se realiza un censo de todos los habitantes, ya aparece en Casas de Haro un ciego.
- La palma del martirio. Es un símbolo tradicional de la victoria militar entre los romanos, incluso de regeneración y fecundidad. Pero por la Iglesia primitiva fue adoptado como símbolo del cristiano sobre la muerte. En este caso, al igual que en el caso de otros mártires, la palma representa los instrumentos del martirio. En ese sentido, como es éste el caso, la palma nos representa a los mártires cristianos que han obtenido la suprema victoria y con ella la vida eterna.
- La espada clavada en el cuello. Hace referencia a la forma por la cual murió nuestra santa. Es evidente que hay representaciones en la que se puede ver que la espada traspasa todo el cuello; en otras, sin embargo, sólo aparece clavada por un lado; y en otras, por último, aparece un pequeño corte en el cuello de Santa Lucía para sugerirnos ese símbolo.
- En alguna ocasión, también se la puede representar con un libro, símbolo de la sabiduría de la fe cristiana sobre las demás creencias.
En el caso de nuestra santa, en Casas de Haro, hay varios símbolos que siguen la representación tradicional, como es el plato con los ojos de la santa, pero también existen otros símbolos ocultos que vamos a desentrañar a continuación.
- En la cabeza de nuestra santa aparece un lazo dorado. En ese sentido, podríamos decir que el lazo dorado no es frecuente en las representaciones de la santa, y mucho menos en una figura tallada. El lazo dorado hace referencia como símbolo universal a la lactancia y por tanto a los bebés. Más arriba, comentábamos la advocación de Santa Lucía como protectora de los niños enfermos. De ahí podemos concluir que nuestra santa ya tiene un símbolo que la hace única en su representación en Casas de Haro. ¿Podría ser que se encargara bajo unas condiciones concretas? ¿Podría ser que quien la encargó lo hiciera porque tuviera algún bebé enfermo? ¿Podría ser que el tallador conociera sus atributos y la representara así?
- Otro de los símbolos que se nos escapan es la borla dorada que cuelga de su túnica. Tampoco es muy frecuente representar a un santo con ese atributo. Iconográficamente la representación de una borla es símbolo del primogénito, y en este caso, el color dorado puede hacer referencia al honor social que ostentaría la santa. Nos hace referencia a la riqueza, y por tanto, al honor que tuvo que poseer Santa Lucía y por lo que debe ser recordada.
En último lugar, todos los santos son representados con el
nimbo dorado de santidad, finamente labrado en el caso de Santa Lucía, Es considerado una corona inmaterial símbolo de dignidad, poder, de santidad. Es, por tanto, un premio que se recibe en la gloria por los méritos espirituales. En este caso, al igual que en el de todos los santos, está suficientemente y obviamente representada.
En el siglo XIX, el sacerdote de este municipio, ya es un anciano y debe renunciar a ser Teniente de cura debido a su ceguera, que no le permite leer ni escribir con facilidad. Todo ello viene motivado en unas actas del Ayuntamiento en las que no puede ser maestro de escuela por este problema, con lo que al final se busca otro candidato para el puesto vacante. ¿No estaría Santa Lucía en ese momento en la Iglesia? ¿No se pondría ya ese sacerdote y muchas otras personas bajo su advocación?
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Vida de Santa Lucía de Quirizio Murano. |
Concluyendo, Santa Lucía, aunque sea santa italiana, y sus restos, históricamente, hayan acabado en Francia, podemos considerarla una santa con gran devoción española. De hecho, muchos refranes populares la tienen como protagonista. Nuestros mayores siempre han dicho que
"Santa Lucía acorta las noches y alarga los días"