Pedazos de nuestro pueblo, pedazos de nosotros mismos. Adéntrate en este blog y descubre trocitos singulares de nuestro presente y de nuestros antepasados. Espero que te guste y espero tus comentarios al final de los artículos.

viernes, 8 de agosto de 2014

SI DIOS QUIERE... Y EL BORRICO NO SE MUERE

Cuentan los lugareños más antiguos, aquellos que transmiten la sabiduría de generación en generación que la expresión "Si Dios quiere" que utilizamos al final de nuestras frases tiene una explicación muy concreta en uno de esos cuentos que se transmiten de boca en boca.

Libro de las fiestas Santa Mª Magdalena, 2006
Y es que utilizar la interjección "Si Dios quiere", cuando, por ejemplo, decimos: "nos vemos mañana, si Dios quiere" cuentan los lugareños que había dos amigos que se juntaron en el camino del molino. Era tiempo de siega y, por tanto, de acarreo de grano para conseguir harina. Hablando de cómo iba a ser la cosecha, de qué tal estaba el trabajo y otras menudencias varias, uno a otro le comentó:

-Mañana vendremos al molino, si Dios quiere-. 

El otro amigo, no muy creyente, le espetó al amigo con cierto desprecio:

-Yo vendré al molino quiera Dios o no quiera-.

Al día siguiente, después de la faena, como todas las tardes, el amigo temeroso se encontró con que su amigo no había ido al molino. Y busca que te busca, y pregunta que te preguntarás, se encontró con que a su buen amigo, poco temeroso de Dios, se le había muerto el burro, y, por tanto, no había podido ir al molino.

Fuente. Libro de las Fiestas Santa María Magdalena 2007.
La moraleja de esta historia es que seamos temerosos de los designios de Dios, puesto que nunca sabe lo que puede ocurrirnos. Esta historia ha llegado a mis manos y tal cual, la comparto con todos ustedes, temerosos, creyentes o no creyentes. ¿Tendrá todo esto que ver con aquel chascarrillo que se dice de "si Dios quiere, y el borrico no se muere"?

Libro de las Fiestas Santa María Magdalena, 2006.



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