Pedazos de nuestro pueblo, pedazos de nosotros mismos. Adéntrate en este blog y descubre trocitos singulares de nuestro presente y de nuestros antepasados. Espero que te guste y espero tus comentarios al final de los artículos.

viernes, 17 de mayo de 2013

EL ABABOL O AMAPOLA: CAMPOS DE CASAS DE HARO

Las amapolas -o como se conoce en nuestra provincia, los ababoles- es una planta que crece en cultivos o en los márgenes de los caminos y suele crecer en el mes de mayo y junio. En este momento, los campos de la Mancha, y especialmente los de nuestro pueblo, Casas de Haro, están plagados de esta flor que desde siempre ha suscitado los más graciosos juegos infantiles y que tiene sus usos, ya perdidos. No hay mejor refrán que ilustre este sentimiento que queremos compartir: "Las amapolas de mayo, pintan de rojo los prados".


Las amapolas o ababoles, llamadas científicamente papaver rhoeas, son hierbas anuales erectas y ramificadas, cubiertas de pelillos rígidos, con hojas alternas de margen dentado divididas en lóbulos estrechos y agudos. Desprende un líquido blanquecino, meloso, cuando cortas la rama. Las flores están formadas por dos sépalos que tempranamente se caen y cuatro pétalos rojos con una mancha negra en el centro y la base. Su fruto es una cápsula que se abre a principios de verano, liberando gran cantidad de semillas, que suelen brotar en primavera.


Según la wikipedia:


La amapola se ha asociado a la agricultura desde épocas antiguas. Su ciclo de vida se adapta a la mayoría de los cultivos de cereales, floreciendo y granando antes de la recolección de las cosechas. Aunque se la considera una mala hierba es fácil de combatir con los habituales métodos de control de plagas.


Desde antiguo, las amapolas se recogían como alimento para animales como gallinas, conejos y perdices. En medicina, sus usos van como somnífero, además de calmantes y emolientes, en cataplasma. Sus cápsulas y pétalos se utilizaban en medicina popular como dormidera natural, y se usaban para favorecer el sueño de los niños. De hecho, mezclando sus pétalos con aguardiente durante un mes, se elaboraba antiguamente un riquísimo licor de amapola que se utilizaba con fines calmantes y sedantes.



Popularmente, se hacía un juego con los capullos todavía no floridos de la amapola. Recordemos que los capullos se abrían y podían aparecer los pétalos sin florecer blancos (monja), rosados (chichiribaile) y rojos (frailes), de tal manera que los niños competían para saber qué color es el que saldría una vez abierto el capullo. Además, se podían hacer los cardenales, abriendo el capullo y dándole la vuelta, adoptando la planta una graciosa forma de cardenal, con el faldón rojo y el estambre redondo con forma de cabeza, con su bonete.


El término ababol viene del árabe babapaura, que por asimilación de la "b" se convierte en habapaura, y de ahí el denominado en estas tierras ababol. Es un término regional que se utiliza principalmente en Aragón, Castilla-La Mancha, Murcia y Soria.


Si seguimos a la wikipedia, podemos encontrar muchos nombres vernáculos que se utilizan para referirnos a la amapola.


ababa, ababaol, ababol, ababol común, ababolera, ababoles, abibola, abibollí, adormidera silvestre, albohol, amapol , amapola, amapola común, amapola de cuatro hojas, amapola mestiza, amapola morada, amapola real, amapolas, amapola silvestre, amapoles, amapol fino, amapolo, anapol, anapola, anapola real, anapoles, apajico, arabol, arapoles, arebol, babaol, beril, cacarequec, cararequec, cascall salvatje, cascojo, coquerecoc, flor de lobo, fraile, frailes, fraile y gallo, gallo, gallos, gamapola, ganapola, hamapola, hanapola, loraguillo, mapol, mapola, mapolas, mapoles, mapoula, maripola, mayandero, monaguillo, monja, pamplosa, papoila, papola, papoula, peperepep, perigallo, pipirigallo, pipiripip, pirigallo, polla, pollo, quequerequec, quicaraquic, rosella, rosello, rosillas, yerba-viento


El origen de esta planta que está asociada a la fertilidad ya lo encontramos en la antigua Grecia y Roma, con el mito de Perséfone y su descenso a los infiernos (inviernos) y su vuelta a la vida (primavera).

Respecto a su significado, la amapola se asocia popularmente con la fertilidad, y está fuertemente ligada al mito de Perséfone. Según reza la mitología griega, Demeter, diosa de la tierra y la fertilidad, tenía una hija, Perséfone, que estaba recogiendo amapolas cuando fue raptada por Hades, el dios de los infiernos quien quería desposarse con ella. Cuando Demeter vio que su hija no regresaba e ignorante del destino de ella como esposa del señor del inframundo se dedicó a recorrer el mundo para buscarla y prohibió a la tierra que produjera frutos hasta que no la encontrara. Zeus, padre de los dioses, tuvo que intervenir y ordenó que Perséfone pasara seis meses al año con Hades y seis meses en la tierra con su madre. Por eso la tierra duerme durante la ausencia de Perséfone y despierta a su regreso.Así pues la amapola es el símbolo de la fertilidad, pues crece en lo trigales, del sueño, al ser pariente de la adormidera, y de la resurrección, por la alternancia de Perséfone en los infiernos y su vuelta a la tierra. También hay quien asocia las amapolas a las guerras napoleónicas y aseguran que nacieron de la sangre de los soldados muertos en la batalla de Waterloo, aunque después se ha aplicado este mismo origen a las dos guerras mundiales. Por ello, Gran Bretaña y otros países europeos la ostentan como emblema en algunas de sus conmemoraciones.
De autores literarios, podemos establecer graciosas coincidencias de la amapola con los besos o incluso con la soledad. Autores como Salvador Rueda ya nos hablan de las amapolas.

Parecía la amapola que ayer vi en el cementerio, sus rojos labios que ansiaban darme los últimos besos. (Salvador Rueda)
O este inteligente Haiku japonés.

¡Oh! Amapolas, sólo soledad brota en mi cabello. (Hashimoto Takato)

Bibliografía:


  • Calero López de Ayala, José Luis. "Nombres vernáculos de la flora conquense". Excmo. Ayuntamiento de Cuenca, 1989. (Pág. 11)
  • Fajardo Rodríguez, José y VVAA. "100 flores de los campos de Albacete: Guía divulgativa de cien especies de plantas comunes en los campos y orillas de caminos de Albacete". Instituto de Estudios Albacetenses "Don Juan Manuel". Excma. Diputación de Albacete, 2003. (Página 79)


martes, 14 de mayo de 2013

SAN ISIDRO LABRADOR Y CASAS DE HARO

Mi nombre es Isidro de Merlo y Quintana. Vuesas mercedes quizá no me conozcan, puesto que nací hace muchos años en la villa y Real Corte de Madrid. Mi oficio es el de jornalero en las tierras del señor de Vargas. Mi mujer, María Toribia, me dio varios hijos y me ayudó en esta vida de oración y santa en Nuestro Señor, aunque sentí desde su más tierna infancia especial predilección por Iván, el pequeñico, o Illán, como ustedes lo conocerán. Mi vida fue la de ayudar al prójimo y el dedicarme a arar los campos. Después de casi 900 años, siguen venerándome en la Villa y Real Corte de Madrid, pero en todos los pueblos agrícolas, de aquesta, nuestra Nación, tienen una de mis muchas imágenes. Sepan ustedes que soy San Isidro Labrador, y protejo los campos y todo fruto agrícola que se precie. Estoy dispuesto a contarles lo que sucedió antaño, y haré un recorrido por mi humilde vida para su deleite y regocijo. En Casas de Haro tengo una imagen que sé de muy buena fuente veneran en la ermita de San Antón Abad, y también sé que todos los 15 de mayo, fecha de mi fallecimiento en el Señor, me sacan en procesión por sus campos. Por eso a este pueblo manchego, tengo predilección especial. Hogaño les contaré mi historia; sepan enmendar las faltas que en ella vieren, pero intentaré narrarles con esta pluma escogida ligeramente cómo fue mi vida y milagros.


San Isidro es el patrón de los campos en general, y de los labradores en particular. Desde antiguo se ha celebrado en nuestra población. Antiguamente, como ahora, se le sacaba en procesión por los campos. Sin embargo, en épocas antiguas, la imagen de San Isidro Labrador se encuentraba ubicada en la Iglesia de Santa María Magdalena.

Documentos del Socorro Rojo Internacional, de 1937, salvados del Archivo de Casas de Haro, nos hablan que el único lugar de culto que se salvó de los destrozos de la guerra fue la Ermita de San Antón. Y habría que entender que en esa ermita la única imagen que se halló fue la de San Antón.

Por tanto, la imagen de San Isidro se encontraba en la Iglesia del actual barrio de Abajo y servía al culto en su fecha onomástica, el 15 de mayo, fecha en que San Isidro murió a la no despreciable edad de 90 años, en 1130. Coincidía en el mes de las flores de mayo, y debemos imaginarnos lo emocionante que sería para los labradores encomendarse a su santo, ya sembradas las cosechas, ya podadas las vides. También es lógico imaginar que coincidiera las ofrendas a la Virgen con este santo tan particular en nuestro pueblo. Y es que nosotros somos amigos de las celebraciones, pero algo más espontáneas que las de los pueblos vecinos, que siempre han hecho fiesta la fecha.

Nació, según su biografía, en 1080, en el seno de una familia humilde, 


poco antes de la reconquista de Madrid, en una casa situada donde en la actualidad se halla la calle de las Aguas. Quedó huérfano muy pronto, así que el joven Isidro se buscó el sustento con trabajos como el de pocero hasta que finalmente se empleó como labrador.

Casado con María Toribia, más adelante Santa María de la Cabeza, natural de Uceda, tuvo como dote una heredad en dicha población, lo que les obligó a trasladarse a dicho pueblo para trabajar su tierra. Su único hijo, Juan o Iván -llamado por algunos Illán-, lo tuvieron de vuelta a Madrid; a éste, su hijo, le pusieron tal nombre porque San Isidro llevaba los terrenos de un terrateniente llamado don Juan de Vargas. Su incesante aprecio a los pobres y a la vida de oración, le granjeó no pocas enemistades:

Labrador y carpintero de vida sencilla, marcada por una profunda fe y devoción a la Virgen, y espíritu caritativo. Todos los días, de madrugada, acudía a la iglesia de Santa María de la Concepción, hoy Catedral de la Almudena, y a la ermita de Santa María Magdalena, por la que tenía especial devoción. Por la tarde, repetía sus itinerarios marianos, lo que provocaba las críticas de algunos de sus compañeros, que le calumniaban por tener abandonado el trabajo. Además de esta vida de oración y este fervor por la Virgen, se consagró a los pobres, con la ayuda de su mujer, que compartía con él su amor por los más necesitados.
Su patrón, oídas estas críticas, se escondió tras unas zarzas para contemplar por sí mismo si era un holgazán como lo tachaban algunos, y se encontró con uno de sus prodigios más famosos. Mientras que San Isidro rezaba a la Virgen María, una pareja de ángeles guiaban la yunta de bueyes y araban los campos. Es tradicional representar a San Isidro con este milagro, y en nuestro pueblo, la imagen se compone de dos partes, colocándose a los pies los dos ángeles que llevaban a cabo este prodigio.


En otra ocasión, obró un milagro digno de su vida sencilla y honesta, como lo podemos leer a continuación:

Lo que ganaba como jornalero, Isidro lo distribuía en tres partes: una para el templo, otra para los pobres y otra para su familia (él, su esposa y su hijito). Y hasta para las avecillas tenía sus apartados. En pleno invierno cuando el suelo se cubría de nieve, Isidro esparcía granos de trigo por el camino para que las avecillas tuvieran con que alimentarse. Un día lo invitaron a un gran almuerzo. El se llevó a varios mendigos a que almorzaran también. El invitador le dijo disgustado que solamente le podía dar almuerzo a él y no para los otros. Isidro repartió su almuerzo entre los mendigos y alcanzó para todos y sobró.
Uno de los milagros más famosos de San Isidro, y del que todavía se encuentran evidencias en la madrileña plaza de San Andrés, hoy museo de la Villa, es el acontecido con su hijo que accidentalmente cayó a un pozo y por gracia de sus plegarias subió el agua y el niño ascendió sin ningún daño.  


Un día mientras ellos corrían por el campo, dejaron al niñito junto a un profundo pozo de sacar agua y en un movimiento brusco del chiquitín, la canasta donde estaba dio vuelta y cayó dentro del hoyo. Alcanzaron a ver esto los dos esposos y corrieron junto al pozo, pero este era muy profundo y no había cómo rescatar al hijo. Entonces se arrodillaron a rezar con toda fe y las aguas de aquel aljibe fueron subiendo y apareció la canasta con el niño y a este no le había sucedido ningún mal. No se cansaron nunca de dar gracias a Dios por tan admirable prodigio.

Podríamos extendernos más, pero será cuestión que ahora hablemos de que es santo patrono de los agricultores, desde 1960, según una bula del papa Juan XXIII. Sin embargo, se le incluyó en el santoral en 1622, gracias a la intercesión del rey Felipe III, aquejado de unas fiebres muy altas, y desahuciado por los médicos, al que por divina intercesión de San Isidro, curó las mismas.

Es patrono de Madrid, y sus restos se hallan en la Real Colegiata de San Isidro, en la madrileña calle de Toledo. Sus restos están incorruptos. Según podemos leer en este enlace, sus numerosos prodigios han hecho que las gentes de Madrid le hayan tomado un cariño especial a este santo de los agricultores. En 2022, con motivo del cuarto centenario de su canonización, se expondrán sus restos al culto, y podremos volver a verlos.


De San Isidro tenemos miles de refranes y frases hechas; dado que su festividad coincide con la mitad del mes de mayo, podemos relacionar los siguientes:

"Por San Isidro Labrador, se va el frío y viene el Sol".
"San Isidro Labrador se lleva la lluvia y trae el Sol".
 "Si se desigualó el sembrado, por San Isidro está igualado".
O incluso, con interesantes reflexiones sobre su vida y el poema que le dedicó don Félix Lope de Vega, también podemos ver en algún otro sitio, el siguiente:

 "Por San Isidro Labrador, la cosecha tiene color".

Concluyamos observando que la vida del santo ha sido muy utilizada en la literatura, pintura y cine, no sólo porque Félix Lope de Vega, adaptado posteriormente por Salvador María Granés, escribiera en el siglo XVI "la vida y milagros de San Isidro Labrador", para el teatro de comedias; o porque en 1963, el director Rafael J. Salvia dirigiera "Isidro, el Labrador", con notable éxito para la época, sino porque pintores de todas las épocas lo han representado, aunque nos quedaremos con el comentario que se realiza sobre un óleo sobre tabla:



sábado, 11 de mayo de 2013

EL BOTÍN DEL POZO

"Sepan vuesas mercedes que mi nombre es Diego Montero Carretero, tengo 26 años, estoy casado y tengo por oficio el de bracero; vivo en la aldea de Casas de Haro, barrio y calle de la muy noble y leal San Clemente; y en aqueste mismo momento les contaré a ustedes mi historia, que sin ser grandilocuente y fuera de todo boato, aconteció en el año de Nuestro Señor de 1812, en el día 28 de enero, festividad de nuestro patrón de la Aldea de los Pavos,  San Julián, 2º obispo de Cuenca, por la gracia de Nuestro Señor. Sigan ustedes leyendo y se darán cuenta que yo no soy pérfido ni insidioso: mi intención no fue mala, simplemente que el aguardiente que los bellacos del puesto público me dieron, contenía alguna substancia que me hizo obrar así, pero juzguen ustedes por sí mismos que aquesto que aconteció es tan real como que mi fortuna me hizo padecer graves tormentos".


Corría el año 1812, el día 28 de enero, festividad de San Julián, y los más notables de la Aldea de Casas de Haro se reúnen para investigar un suceso extraño que tenía a los habitantes desorientados. No se hablaba de otra cosa. Dando juicio y razón a las autoridades de San Clemente, y a los jueces y regidores de tan notable villa, acontece lo que contaremos a continuación, extraído de los documentos y legajos del archivo histórico de San Clemente.

En la aldea de Casas de Haro, se reúnen don Julián de Perona, alcalde pedáneo, y el secretario del juez para investigar sobre una denuncia verbal interpuesta por Alonso Carretero sobre el robo de unas posesiones en un pozo de su propiedad. Según Alonso Carretero, “el robo fue hecho entre el veinte y siete y veinte y ocho de enero próximo pasado”.
Los efectos robados en dicho pozo fueron:
·         Dos piezas de lienzo casero curado de cuatro varas cada una y otros tres pedazos uno de dos varas, y los dos de vara poco más o menos.
·         Una mantilla de Musolina.
·         Una almohada de lienzo sin puebla.
·         Una pieza de dos varas de mosolina.
·         Cuatro madejas de hijo blanco casero.
·         Una madeja de seda negra.
·         Tres ovillos de estambre, dos de color encarnado y uno celeste.
·         Como media onza de azafrán tostado.
·         Treinta reales en dinero.
·         Diez y seis varas de longaniza.
·         Un pernil de tocino de veinte y cuatro libras.
·         Un pedazo de lardo como de diez o doce libras.
·         Una manteca añeja de unas diez libras que le falta un poco y otra fresca de unas quince libras.

Se le pregunta por los sospechosos, y Alonso Carretero comenta que fueron “Diego Montero Mondragón y Diego Montero Carretero, porque habiendo ido varias mañanas a beber aguardiente al puesto público que está en casa de dicho señor Mondragón, su conmorador Martín Montero siempre observó el exceso con que pesan tocino siendo así que le consta no lo tiene ni lo puede comprar por ser miserable y en que en cuanto al otro Diego sólo fue un recelo porque siempre les veía juntos; y además de esto, Juan Ortega de la misma morada los encontró cerca de la Iglesia la misma noche que se verificó el robo, faltando como dos horas para el día”.


Ante la declaración de Martín Montero, éste comenta “que nada sabe más que el haber visto freír mucho tocino en casa de Diego Montero Mondragón varias mañanas que ha ido allí a comprar aguardiente, y que en cuanto al otro Diego sospecha de él también porque día y noche andan juntos a hora y a deshora”.
Ante la declaración de Juan Ortega, éste comenta “que nada sabe más que el haber visto juntos a los Diegos Monteros una noche que faltarían como hora y media antes del día, y no puede asegurar el día que fue; y que habiéndoles preguntado dónde iban dijeron que iban a llamar a casa de su padre del Carretero, que es cuanto sabe y puede decir”.



Se realiza un registro de la morada de Diego Montero Carretero y se encuentran los efectos siguientes, procedentes del robo:
·         Una pieza de lienzo casero de cuatro varas, otro pedazo de una vara y otro como de media vara.
·         Una mantilla de musolina.
·         Dos madejas de hilo casero blanco.
·         Como dos libras de tocino de brazuelo.
·         Como una libra manteca añeja.
Asimismo, se procede a registrar la casa de Diego Montero Mondragón y se encuentra lo siguiente:
·         Otra libra de manteca.
Al encontrarse esas pruebas se procede al embargo de diversos bienes de los culpables del robo:

DIEGO MONTERO CARRETERO[1]
DIEGO MONTERO MONDRAGÓN
Cuatro sillas de tablas.
Una burra
Una mesa
Dos sartenes
Una tarima vieja
Un peso
Una arca.
Una hoz de podar vieja
Una mudada sucia
Dos ganchos de hierro
Una sartén
Una hacha.
Un paño de linon
Una horza con tres guarrillas de aguardiente
un hazadón
un caldero viejo y un costal
una hoz
Una manta peluda de cama
una sábada
otra manta vieja
una manta de cana
un botijón de media arroba
un cobertor encamado
Un jarro y un embudo

una tarima

tres hoces de segar

Después de realizar el embargo, proceden a detener a Diego Montero Carretero, puesto que Diego Montero Mondragón se fuga y aparece proscrito y en busca y captura.
Ante el juez y el alcalde pedáneo, Diego Montero Carretero se derrumba y procede a declarar lo siguiente: “que el robo fue a la medianoche poco más o menos del día veinte y siete de enero; que los efectos robados los tomaron de una choza que tiene en su corral Martín Montero su tío y que éste sin duda fue el que los sacó del pozo en que estaban, aquella misma noche pues bajando el exponente con su compañero de las casas de Arriba de llevar a José Toledo un poco aguardiente para que vendiese al otro día vieron dos bultos que manifestaron ser hombres, y aproximándose más, observaron ir cargados y sospechando llevarían algún fraude, los siguieron, hasta que los vieron entrar en la casa de dicho Martín, y mirando por lo alto de la pared de su corral vieron y le conocieron como se descargó en la expresada choza; del compañero dijo: que no puede asegurar si sería su hijo o no: en cuyo sitio se hallaron los mismos efectos que traían y quitándolos de allí a muy breve rato los llevaron casa de Diego Montero Mondragón donde repartieron (…) Asegura que dichos efectos no se los llevó de allí hasta tres días, que sacándolos, los llevó por más seguridad liados entre ropa sucia a un pozo de su padre ignorándolo éste, en donde se hallaron. En cuanto a la declaración de Juan Ortega dijo ser cierto que los encontró enfrente a la puerta de su padre, y que habiéndoles preguntado que dónde iban a aquella hora dijeron que venían de ver una carrasca seca para ir después a cortarla”.


De la declaración de José Toledo, comenta que “no tiene presente el día estuvo Diego Montero Mondragón en su casa a llevarle aguardiente, pero que es verdad fue por aquellos días en que se hizo el robo, pero sabe muy bien que sólo ha estado aquella vez y era ya de día. En cuanto al otro Diego asegura que no le vio por entonces”.
Interrogando a Diego Montero, observa que la acusación que le hace su sobrino “es un efecto de mala voluntad que le tiene, lo primero por haberlos descubierto y lo segundo porque habiéndole faltado al exponente una cabra tuvo indicios de que estos mismos reos se la habían comido y porque se quejara de ellos ha tenido esta venganza”.
En la defensa, una vez iniciado el juicio aparecen cuatro testigos, como Tomás Torrente de 37 años que observa que tiene buena conducta como cristiano, Juan Esteso de 68 años, que observa el estado de miseria del acusado agravado especialmente por un temporal de nieves que ha asolado la población durante ese año, don José Saiz Barbalimpia de 50 años, que observa que en la aldea no se habla de otra cosa y es público y notorio la autoría de este reo; y por último, Julián Montero Moreno de 29 años que lo observa como buen marido siendo un hombre honrado.
El juicio termina condenándole a trabajos forzados en el castillo de las Peñas de San Pedro durante un año y al pago con sus bienes embargados de la cosa del juicio y al acusado de lo que falte para pagar lo robado. Asimismo, se deja abierta la posibilidad de reclamar ante la justicia al otro autor operante del robo.





[1] Diego Montero Carretero es bracero, está casado, es natural de Casas de Haro y tiene 26 años. Esto se desprende de su declaración como responsable del robo.

jueves, 9 de mayo de 2013

LOS ESPÁRRAGOS


Nuestras tierras conquenses, y en especial nuestra tierra de Casas de Haro, están sapilcadas de este arbusto leñoso y espinoso que hace las delicias de los campestres habitantes. Si alguna de las plantas ha podido mitigar más el hambre en períodos de escasez, ése es el espárrago, que junto a la colleja, han servido de ingredientes en numerosos guisos, arroces y tortillas.


El espárrago triguero, o asparagus acutifolius, que es la planta que nos ocupa tiene a sus espaldas notables introducciones a la Península Ibérica por parte de los romanos, aunque fueron los egipcios los que, en su origen, cultivaron y probaron esta deliciosa planta terrera. Han crecido en su origen en terrenos marinos y normalmente se pueden observar en terrenos cuya salinidad es superior a la media.


                            















Se consumen sus retoños nuevos hasta su parte leñosa. En Casas de Haro se suelen recoger y consumir alrededor de los meses de febrero a abril, en los que la planta espinosa de la que crece hace brotar tallos nuevos. A partir de abril, los espárragos se vuelven leñosos e inservibles para poder usarse como ingrediente culinario. ¿Quién no ha probado los espárragos blancos? Si tuviéramos que hablar de las posibilidades que ofrece esta planta en la cocina, probablemente nos perderíamos en cientos de platos que se pueden cocinar con los espárragos trigueros. Se puede usar en ensalada, en tortilla, en arroces, caldos, guisos, potajes, ensaladas e, incluso, crudos con aceite y sal.


De los mayores del lugar se habla que, gracias a esta planta y otras muchas -en otro lugar hemos hablado de la colleja-, se ha mitigado en lo posible el hambre imperante en una tierra de labor yerma, por falta de lluvias y sin tantos avances tecnológicos como ahora. En períodos de carestía, y a veces por pura diversión, familias enteras de casasdehareños salían al campo a recoger esta planta. Y muchos de nosotros recordaremos los pinchazos de esta planta espinosa. Pero también debemos recordar que nuestros antepasados preparaban ésta y otras muchas plantas como fuente inagotable de hidratos de carbono y vitaminas, entre la que destaca la vitamina C. Páginas de botánica nos publican su composición para dietas y adelgazar, dada sus pocas calorías y han sido empleados desde siempre como diurético natural.

Históricamente, el espárrago fue considerado un afrodisíaco natural, por su forma fálica. De hecho, llegó a prohibirse durante el Renacimiento en los conventos por creerse que esta verdura podría incitar el deseo sexual de los frailes y monjas. Además, el espárrago en una verdura que vuelve locos a los alemanes. Sin duda, no hay planta, según ellos que se pueda cocinar de cualquier forma y que esté en todos los platos de nuestros vecinos.

                                       
Según wikipedia, el espárrago triguero Es una planta vivaz, perenne. Se puede encontrar en caminos, espontánea, en suelos secos y soleados. Y en los retoños nuevos o espárragos se puede encontrar gran cantidad de asparagina.

                                                 

Esta esparraguera se diferencia de las otras por la gran cantidad de pequeños cladodios de color verde oscuro que cubren casi toda la planta; es frecuente que tenga el porte de una pequeña aliana. Vive en lugares más frescos y sombríos, pero es muy posible que coincida con otras especies de esparragueras en los mismos lugares. Florece al final del verano.

En clara alusión a la frase hecha "vete a freír espárragos", el emperador Octavio Augusto tiene mucho que ver. Según Druso, cuando el emperador quería que algo se hiciera rápido, mandaba que se hiciera en un santiamén, debía hacerse más rápido que se cocinaba un espárrago. La deformación característica de la lengua, siglo a siglo, nos ha dejado esta alusión despectiva que cuando la decimos, lo hacemos para referirnos a alguien que nos importuna o del que queremos deshacernos rápido.

Por hacer una breve parada culinaria, veremos ahora cómo se puede hacer una tortilla de espárragos y ajetes tiernos:

Cortamos bien pequeños las puntas de los espárragos, osea, la parte más blandita, y los ajos tiernos, y los ablandamos en el microondas 4 minutos a media potencia. Mientras batimos bien los huevos puestos al punto de sal y junto a la levadura. Tenemos que dejarlos bien espumosos, eso hará que luego la tortilla sea muy muy esponjosa. Una vez tengamos ablandos los espárragos y ajos, los pasamos por la sartén a fuego fuerte y con su pizca de sal con unas gotitas de aceite para que cojan color sin quemarse. Ahora solo queda mezclarlo junto a los huevos y cuajar la tortilla. A mí personalmente me gustan las tortillas como veis en la foto, blanquita.

Terminaremos este recorrido con el refrán referido a los espárragos:

"Los espárragos de abril para mí,

los de mayo para mi amo,

y los de junio para ninguno o para mi burro".

                             

De CLM en vivo, nos explican cómo recoger espárragos trigueros:




miércoles, 8 de mayo de 2013

LAS COLLEJAS

Denominada por los científicos silene vulgaris, la colleja desde siempre ha estado relacionada con nuestra historia y nuestro acervo popular. Ingrediente en muchos guisos y muchas cocinas, especialmente pobre, de todas las épocas, esta planta íntimamente relacionada con nuestro pueblo, cobra especial protagonismo en los días de primavera, especialmente en marzo y abril en la que se yergue en las orillas de los caminos y terrenos baldíos y de labor.

Esta planta, considerada por muchos como una singular verdura, ha protagonizado en no pocas casas de nuestro pueblo diversos guisos, potajes y tortillas. ¿Quién no recuerda aquella tortilla de collejas que hacía su abuela? ¿Quién no recuerda de pequeño esta planta -o verdura- en los potajes y rellenos?

La Silene Vulgaris, o colleja, pertenece a la familia de las caryophyllaceae. Es una planta vivaz, que crece en las orillas de los caminos, pero también en campos de labor y más a menudos en campos de añojal al abrigo de otras malas hierbas. Es considerada por muchos como una buena verdura y así lo atestigua el protagonismo que, desde tiempo inmemorial, han tenido en la cocina de nuestros antepasados. Sus tallos verdes, vivaces, suelen crecer en primavera, especialmente durante los meses de marzo y abril. De hecho, un refrán popular dice que "las collejas de mayo, para mi caballo", en alusión clara a que conforme crece esta planta, se vuelve más dura y, por tanto, más difícil de comer.

La colleja puede alcanzar el metro de altura, aunque quizá las veremos en aproximadamente 10-20 cm de altura. Surgen especialmente en primavera, muriendo en verano o con la llegada del invierno. Normalmente forma colonias muy tupidas, debido a su raigambre que año a año se extiende. De hecho, si cortamos una colleja por la punta, nos encontraremos que ésta volverá a brotar en aproximadamente 15-20 días.


Según la wikipedia, la colleja sobrevive y se expande gracias a un denso sistema de estolones o tallos subterráneos que crece cada año, dando lugar a colonias densas de rosetas de hojas, de las que a mediados de la primavera emergen tallos portadores de flores con 5 pétalos blancos, parcialmente envueltos por un caliz en forma de saco. Las hojas basales son lanceoladas, glaucas -de color verde azulado-, de hasta 4-5 cm de longitud, algo crasas y de borde finamente serrado; las del tallo son más triangulares, menores, pero de textura similar. Los pétalos están divididos en dos lóbulos en su parte superior, por lo que pueden dar la apariencia de ser 10, en vez de 5. A partir de cada flor se forma un fruto en forma de cápsula, con forma de vasija, que aloja numerosas semillas oscuras y arriñonadas; las semillas están cubiertas de pequeños tubérculos, que facilitan su transporte por las mandíbulas de las hormigas.

El problema de la colleja es que se debe ir cortando las 4 ó 5 hojas de la parte superior, que son las más blandas y mejor comestibles, y esto requiere una labor de separación de una a una. Quizá por esa ardua labor, su consumo ha caído en desuso. Quizá el hecho de que sean más escasas, en mi opinión, viene por el uso de pesticidas en los terrenos de labor que hace que estas plantas crezcan cada vez menos.

En un interesante artículo, se habla de cómo se preparan las collejas para una tortilla y, evidentemente, podemos explicar la preparación para ofrecerlas en la cocina. Normalmente, no es necesario lavar las collejas y si se hace, no sólo como medida de higiene, se hace para ablandarlas aún más. Pero según la sabiduría popular, se solía lavarlas, escurrirlas y secarlas en una servilleta para que conservara todas sus propiedades, aunque más especiamente, sofreírlas poco.


Se lavan bien las hojas para quitar la tierra, a continuación se ponen a escurrir. Después se secan con una servilleta de papel para que no salten en la sartén al freírlas, luego se pone el perol a fuego lento con poco aceite y al mismo tiempo se cortan con unas tijeras para que se queden más menudas. Han de quedar poco fritas, mas bien jugosas, después se bate el huevo, se mezcla con las collejas ya fritas y se hace igual que una tortilla francesa.

No está de más ofrecer la visión que tienen en el vecino pueblo de El Pinarejo de la tortilla con collejas.





Los ingredientes: 

· collejas 
· huevos 
· ajo 
· patatas 
· aceite de oliva virgen extra 
· sal 
Preparación: 

1º Lavar muy bien 
2º Eliminan los tallos y hojas defectuosas. 
3º Freir unos ajos y unas patatas. 
4º Una vez dorados añadir las collejas, sal y saltear. 
5º Añadir un huevo batido con un poco de sal y dejar que cuaje. 
6ª Antes de servir, si gusta el vinagre, añadir unas gotas de vinagre. 



Es de agradecer que en este artículo nos incluyan una graciosa copla que en ese pueblo se recita a la recogida de collejas en general, con una referencia al doble sentido de colleja como planta, y colleja como capón o torta en la nuca.

Si collejas quieres comer 
en febrero o marzo debe de ser 
por eso pon especial atención 
no sea el caso que te den un capón.


Por si quedaba en duda lo saludable que puede ser esta planta, es interesante el artículo de la Verdad de Murcia, sobre las propiedades beneficiosas para la salud -anticancerígena, buena para el corazón por su alto contenido en beneficiosos elementos como el Omega 3-. Sin embargo, no es menos interesante la tesis defendida por Jesús Arriola, denominada "Estudio biológico y agronómico de silene vulgaris", en el que ofrece una interesante reflexión sobre el posible cultivo extensivo de esta planta dentro de la huerta española, gracias al poco aporte de agua que necesita y la poca necesidad de abonos o fertilizantes para su crecimiento. Es más, se llega a la conclusión que podría aprovecharse en tiempos de crisis, como ya antaño se hizo, animándose a las autoridades a hacer una publicidad sobre su consumo y a desarrollarse su comercialización como verdura de temporada muy beneficiosa para la salud.


Haremos referencia, por último, de nuevo a wikipedia, para referirnos a los nombres vernáculos que podemos encontrar de esta planta que se extiende a lo ancho y largo de toda la costa mediterránea española:

acoletas, alcadicea, alcaducea, alcanducea, alcandueca, alcoletas, ben blanco, berza, berzuela, blanca, botello, bragas de cuco, calzón de cuco, carnicuela, carnihuela, cascabelillo de Canarias, cebolla, churriana, cluxidera, cohetes, coleja, colejón, colellas, coleta, colleja, colleja común, colleja fina, colleja marina, collejas, collejas de España, collejas finas, collejicas finas, collejón, conehera, coneja, conejera, conejeras, conejina, conejinos, conejito de campo, conejuelas, coneles, conillets, cornagüela, cornahuela, cornihuela, cuetes, cunillos, estallaores, farifuelles, farolillos, guiso, hierba conejina, hierba de los truenos, manzana de cuco, manzanillón, petardos, pistones, polemonia, polemonio, raíz blanca, restallones, restallos, restralleta, restralletas, restrallete, restrallos, restrallón, roya, sanjuanines, santibañes, silena, tirabeques de la esperanza, tirapeoh, tiratiros, tracabols, trisco, triscos, truenos, verderuela
Angelina Fornes, en su blog culinario, nos ofrece una riquísima forma de prepararlas: cocinando un potaje de garbanzos, abadejo y collejas. Podéis también disfrutar de este reportaje de Paco Cinillas sobre la colleja, una verdura considerada de temporada