Pedazos de nuestro pueblo, pedazos de nosotros mismos. Adéntrate en este blog y descubre trocitos singulares de nuestro presente y de nuestros antepasados. Espero que te guste y espero tus comentarios al final de los artículos.

lunes, 8 de abril de 2013

EL CARDO BORRIQUERO

Hoy hablaremos de esta planta, bianual, que crece en el margen de caminos, escombreras y terrenos baldíos y que todos conocemos, por sus pinchos y sus flores. Se trata del cardo borriquero -que como veréis en las fotos- aún no ha florecido, aunque durante la primavera y el verano le daremos oportunidad de deleitarnos con sus flores y sus tobas.





Esta planta, con el nombre científico silybum marianum. es una planta bianual, de hasta 1,5 metros de altura, el primer año se desarrollan las hojas inferiores con forma de roseta muy pegada al suelo. Ya el segundo año se secan estas hojas y aparece la planta con las flores. También llamado cardo mariano, lo podemos distinguir claramente por sus tobas y flores, y sus hojas verdes ocuras con sus nervios blancos.


Las hojas inferiores son grandes, con nervios blancos y fuertes espinas marginales tirando a color amarillo. Las superiores son abrazadoras con el margen espinoso. Las flores se agrupan en grandes cabezuelas, protegidas en la parte inferior con grandes espinas ligeramente curvadas hacia abajo. El fruto son aquenios con un corto villano de pelos blancos.

Suele crecer en terrenos baldíos, escombreras y en los márgenes de caminos. Los hemos podido ver en los márgenes de muros, a la sombra del sol en terrenos de labor.

Cuando se habla del cardo borriquero, es porque sus hojas se utilizaban para dar de comer a este animal. Es más, nuestros antepasados utilizaban sus hojas como verdura. Sus pencas de las hojas del primer año, se solían consumir en ensaladas o guisados.

Las hojas se utilizaban para dar de comer a los burros, pero también a conejos, ganado, etc... Las semillas también se solían utilizar para dar de comer a los pájaros domésticos, como canarios o jilgueros.

El cardo crece silvestre en el sur de Europa, también en el Norte de África y Oriente Medio, aunque se cultiva en gran cantidad en Hungría, Argentina, Venezuela, Ecuador y China.

En wikipedia, podemos encontrar muchas denominaciones para esta planta, muy extendida en la geografía española.

abrepuño, alcachofa, alcarcil borriquero, alcauciles, argolla, arzolla, bedegar, cardancha, cardancho, cardanchos, cardencha, cardincha, cardinchas, cardincho, cardo, cardomarino, cardo blanco, cardo borde, cardo borriqueño, cardo borriquero, cardo burral, cardo burreño, cardo burrero, cardo capotero, cardo capotudo, cardo de argolla, cardo de asno, cardo de borrico, cardo de burro, cardo de maría, cardo de Santa María, cardo lechal, cardo lechar, cardo lechero, cardo manchado, cardo maría, cardo mariano, cardo marinapo, cardo meriano, cardoncha, cardo pelotero, cardo pinto, cardo platero, cardos alcachoferos, cardo santo, cardo zapero, carduncho, cartamo marino, cártamo mariano, escarciles, escardancha, hedegar, lechero, mariana, molinillo, penca, pescaico, pincho burrero, pincho vulanero, silybo.


Esta planta forrajera ha dado mucho que hablar. En nuestro pueblo, un cardo borriquero se suele asociar a las muchachas feas  y desgarbadas, hablando de ellas que son como cardos borriqueros. En cuanto a refranes, nos podemos hacer una idea con "qué linda mata de romero; y resultó ser un cardo borriquero" o "cuándo, mas cuándo, llevará cerezas el cardo"

En la sabiduría popular existen más refranes sobre el cardo borriquero, y el cardo en general, relacionados con los meses del año: "Por Todos los Santos, siembra trigo y recoge cardos" o también "Por Abril, corta un cardo y saldrán mil".

Fijaros si resultará interesante y abundante el cardo del que hablamos que hasta hay gente que se dedica a hacer fondos de pantalla y frases ingeniosas y graciosas con el cardo borriquero, y para muestra un botón:


Interesante el uso medicinal que se le da por un vecino de Pinarejo al cardo borriquero:

Para terminar diré que hace de esto unos años en un viaje que hice a Cuenca (capital) me acompañaba en aquel día un paisano de nombre Clemente. Este hombre hijo de Pitune, un buen hombre allí donde los hubiera, me comentó, en una parada que hicimos para descansar en los baños de Valdeganga, que de joven estando un día pastoreando había contemplando, en el pozo las pitas, con estupor, una pelea a muerte entre un alacrán y una víbora y que cada vez que la víbora infiltraba de veneno el cuerpo del alacrán éste se alejaba y se restregaba sobre un cardo borriquero, toba, volviendo al instante a la lucha con más ímpetu. La historia me llenó de estupor, por algo muy sencillo, y es que resulta que hacia de esto unos años había leído yo, en un libro que tenía en casa, un pasaje sobre la víbora y el alacrán que se contenía en "el Discorides renovado",libro éste de botánica, escrito por Pio Font Quer. En una de sus páginas, sepa Dios cual, se recogía una historia parecida a la que acabo de contar que había ocurrido 100 años antes en la cordillera pirenaica. 

Entre algunas de sus virtudes, de ahí lo que hacia el alacrán, se encuentran: que es un buen remedio contra los desfallecimientos del aparato cardio-vascular. Su penca se puede comer tanto cruda, en ensaladas, como hervida y sirve para descongestionar el hígado. 

Para que veáis las utilidades culinarias que tiene el cardo, podemos hacer un guiso de cardo con salsa de almendras y jamón.



Ingredientes
Para 4 personas
  • Un cardo grande o dos botes de cardo embotado (unos 800 gramos netos)
  • 60 gr. de almendra cruda
  • 60 gr. de jamón serrano picado
  • 2 dientes de ajo
  • 200 ml. de caldo de cocción del cardo o de caldo vegetal
  • 200 ml. de leche entera
  • 1 cucharadita colmada de harina
  • Aceite de oliva
  • Sal
Preparación
Si se compra el cardo fresco, preparar un bol con agua abundante y el zumo de un limón. Cortar la base del cardo y desechar las hojas exteriores más duras. Pelar las demás con un pelador, eliminando las hebras duras. Cortarlos en trozos de unos 5 cm. y dejarlos en el agua con limón mientras se van pelando.
Poner a hervir agua abundante con sal y un chorrito de aceite. Cocer el cardo hasta que esté tierno (entre 45 min. y 1 hora).
Si el cardo es de bote, hay que escurrirlo bien y darle un enjuague para eliminar los restos del líquido de la conserva. Si es congelado, seguir las instrucciones del envase para cocerlo.
Majar las almendras en un mortero, hasta que quede molida pero no del todo (con algunos trocitos).
En una cazuela baja o sartén grande, dorar los ajos cortados en láminas y el jamón picado a fuego suave con un buen chorro de aceite de oliva. Añadir la harina y dejar que se haga un par de minutos.
Mojar con el caldo del cardo o de verduras y subir el fuego. Un par de minutos después, añadir la leche. Remover constantemente con una cuchara hasta que espese un poco. Añadir entonces el cardo y dejar que se haga a fuego suave unos 5-10 minutos.
Sumar por último la almendra y cocer un minuto más. La salsa tiene que quedar ligada pero no muy espesa; si lo está, añadir un poco de agua. Corregir de sal. Servir en plato hondo.
                                  


















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